Organizaciones por la libertad de prensa están en estado de alerta luego de la detención e imputación del camarógrafo Samuel Seligson en Nueva York, acusado de filmar una acción de protesta en solidaridad con Palestina en la que activistas arrojaron pintura roja a las casas de altos funcionarios del Museo de Brooklyn, como parte de una campaña para que la institución retire sus inversiones vinculadas a Israel. Seligson está imputado por ocho cargos de delitos contra la propiedad agravados por considerarse la acción un crimen de odio, que constituye un delito grave. La policía ya allanó su casa dos veces. Seligson es un conocido periodista local cuyo trabajo ha aparecido en grandes medios de comunicación. Hablamos con su abogada, Leena Widdi, quien sostiene que los cargos contra Seligson son un ataque a la libertad de prensa amparada por la Constitución de Estados Unidos. “Es un ataque extremadamente preocupante contra la Primera Enmienda de la Constitución. La razón por la cual la libertad de prensa está tan fuertemente protegida es porque hay una consideración subyacente de que para poder participar realmente en la vida democrática, la gente debe estar debidamente informada”, explica Widdi a Democracy Now!
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