El domingo 23 de febrero, miles de personas se congregaron en Beirut para llorar la muerte de Hassan Nasrallah, histórico líder de Hizbulá que murió en septiembre en un ataque aéreo israelí. La semana pasada, en virtud de un acuerdo de alto el fuego, Israel retiró sus tropas del sur del Líbano, pero continúa ocupando ilegalmente cinco lugares del país. El corresponsal Sharif Abdel Kouddous viajó al Líbano para informar desde el territorio lo que sucede en el sur del país y para cubrir el funeral de Nasrallah, uno de los más grandes que ha visto la región en décadas. La masiva participación de miles de dolientes libaneses fue una “muestra de presencia y apoyo a Hizbulá, que sufrió grandes pérdidas en la guerra lanzada por Israel contra el Líbano”, dice Abdel Kouddous.
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