
La creciente guerra comercial impulsada por el presidente Donald Trump contra otros países está causando estragos en los mercados financieros, trastornando el sistema de comercio mundial y enfureciendo a históricos aliados de Estados Unidos. A partir de su asunción como presidente, Trump ha impuesto aranceles de amplio alcance sobre una serie de importaciones, que afectan a productos como el aluminio y el acero. Como represalia, esos países han impuesto a su vez aranceles sobre productos estadounidenses. Sin embargo, frente a los cambios casi cotidianos que el Gobierno de Trump realiza en sus políticas comerciales, los países afectados también han retrasado la implementación o retirado algunos de los gravámenes que habían anunciado. Hablamos del tema con el escritor y periodista de investigación Dave Lindorff, quien plantea que, en su esfuerzo por recuperar la industria manufacturera y otros empleos que se fueron externalizando a lo largo de las últimas décadas, el Gobierno de Trump está pasando por alto la incidencia que tiene la cobertura médica en el aumento de los costos de producción. “El hecho de que aquí no tengamos un sistema público de salud como el que tienen en Canadá […] está haciendo que la industria estadounidense no sea competitiva”, señala Lindorff.
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