
Temas
Hablamos con Maung Zarni, activista birmano de derechos humanos, quien relata cómo el pueblo birmano está viviendo “su peor momento de necesidad” tras el terremoto de magnitud 7,7 que azotó el país el viernes 28 de marzo y provocó al menos 2.700 muertes, cifra que probablemente aumente a medida que continúen las tareas de rescate. Las organizaciones humanitarias presentes en las zonas más afectadas por el terremoto, señalan que existe una necesidad urgente de refugio, alimentos y agua. La guerra civil que atraviesa Birmania, país también conocido como Myanmar, está complicando los esfuerzos para atender a las personas heridas y evacuadas por el desastre, por lo que Amnistía Internacional ha pedido que el ejército permita la llegada de ayuda a las zonas del país que no están bajo su control.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.