Mientras tanto, el periódico New York Times informa de un crecimiento en el consenso dentro de las Fuerzas Armadas estadounidenses de que la insurgencia iraquí se está volviendo cada vez más fuerte. Según el Pentágono, en julio se registró el número más alto de bombas al costado de la carretera desde que comenzó la guerra. El número de ataques diarios contra las fuerzas de seguridad de Estados Unidos e Irak se a duplicado desde el comienzo de este año. Un alto funcionario del Departamento de Defensa dijo que la insurgencia “ha empeorado en casi todas las medidas, con ataques insurgentes a niveles históricos”. El funcionario agregó que la insurgencia cuenta con más apoyo público y más combatientes disponibles que en cualquier otro momento. Los ataques contra soldados estadounidenses están aumentando; 518 soldados resultaron heridos en ataques del mes pasado, cuando en enero fueron menos de 300. Más de dos tercios de las más de 1.600 bombas que explotaron en julio fueron dirigidas a la fuerzas de ocupación estadounidense. Un consultor militar vinculado a la Casa Blanca dijo que el gobierno de Bush está considerando planes previendo la posibilidad de que el nuevo gobierno iraquí no logre sobrevivir. El experto dijo que los planes incluyen alternativas no democráticas.
Estados Unidos es testigo del fortalecimiento de insurgencia iraquí
Titular17 Ago. 2006