Mientras tanto, Human Rights Watch publicó un informe que estipula que Israel ha fallado sistemáticamente en distinguir a combatientes de civiles en su ataque contra el Líbano, afirmando que algunos de los ataques perpetrados por Israel son crímenes de guerra. El informe analiza casi 24 ataques que dejaron un saldo de 143 civiles muertos, de los cuales casi la mitad eran niños.
El director ejecutivo de Human Rights Watch, Kenneth Roth, dijo: “El parámetro de ataques demuestra la desconcertante despreocupación de las Fuerzas Armadas israelíes por las vidas de los civiles libaneses… En muchos casos de muertes de civiles analizadas por Human Rights Watch, la ubicación de los soldados y las armas de Hezbolá no tenía nada que ver con las muertes debido a que no había ningún miembro de Hezbolá cerca”.