Aparentemente Hamas ha tomado el control de prácticamente toda la Franja de Gaza, mientras su lucha con la facción palestina rival, Fatah, se sigue intensificando. Al menos 21 personas fallecieron en las luchas internas el miércoles, elevando a ocho el número de muertos de esta semana. Las fuerzas de Hamas continúan tomando posiciones estratégicas de Fatah en Gaza. Hoy temprano, hombres armados tomaron el control de las oficinas de las Fuerzas de Seguridad Preventiva. Testigos dicen que los guardias de Fatah fueron sacados a la fuerza del recinto y ejecutados en la calle. El Presidente palestino, Mahmoud Abbas, por primera vez le ordenó a los miembros de su elite de guardias que respondan a los ataques.
La población civil de Gaza es quien se lleva la peor parte, lo que se suma a la terrible crisis humanitaria provocada por los ataques y bloqueos israelíes. Los hospitales están operando sin agua, electricidad o unidades de sangre que funcionen adecuadamente, y algunos incluso están bajo ataque.
Más de mil personas salieron a las calles para llevar a cabo una manifestación pacífica y pedir que se ponga fin a la violencia.
Los manifestantes, entre los que había mujeres y niños, se congregaron en un barrio frente al mar que ha sido a diario el epicentro de enfrentamientos. Se pararon en el cruce de calles, separando así a los hombres armados de ambos bandos. Sin embargo, se vieron obligados a dispersarse cuando atacantes no identificados abrieron fuego y mataron a dos personas.
Mientras tanto, el Ministro de Asuntos Exteriores palestino, Ziad Abu Amr, quien es políticamente independiente, afirmó que las luchas podrían sosegarse si se reanudaran las negociaciones de paz y se pusiera fin al boicot internacional contra el gobierno palestino.
Por su parte, la agencia de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas ha suspendido la mayoría de sus operaciones en Gaza, luego de que le dispararon a dos de sus empleados.
Mientras Gaza está sumida en el caos, surgen nuevos detalles sobre las críticas de un ex enviado de Naciones Unidas con relación al papel de Estados Unidos y de la ONU en Israel y los Territorios Ocupados. En un informe confidencial publicado a principios de esta semana, Álvaro De Soto condena el boicot impuesto al gobierno palestino, y afirma que Estados Unidos e Israel prácticamente han eliminado las posibilidades de un acuerdo de paz. De Soto señaló que el gobierno de Bush había confiado en un pequeño grupo de contactos palestinos que “decían lo que ellos quieren oír”, y culpó al Cuarteto del Medio Oriente —integrado por la ONU, Estados Unidos, la Unión Europea y Rusia— por dejar de presionar a Israel. De Soto escribió: “Con toda la atención centrada en los fracasos de Hamas, la empresa de asentamientos y la construcción de barreras israelíes ha continuado intacta”. El ex enviado de la ONU también afirma que el organismo debería considerar retirarse del Cuarteto a menos que este cambie sus políticas.
En Israel, el ex Primer Ministro Ehud Barak ganó las elecciones primarias del Partido Laborista de ese país. Barak venció al ex jefe de inteligencia Ami Ayalon, quien fue uno de los pocos líderes israelíes que pidió que se llegue a un acuerdo de paz basado en una retirada casi completa de los Territorios Ocupados.
En Irak, varias mezquitas sunitas fueron atacadas pocas horas después del bombardeo del miércoles contra el santuario chiíta de Askariya, en la ciudad de Samarra. Al menos cinco personas murieron en los bombardeos de cuatro mezquitas en Basora. Otras cuatro mezquitas fueron atacadas o incendiadas en Bagdad. El gobierno iraquí impuso un toque de queda nacional por temor a que se repitan los incidentes violentos que tuvieron lugar el año pasado, luego del primer ataque contra la mezquita de Askariya. El Jeque Majid Ismail Mohammed Al Hafeed, un imam iraquí, habló en las Naciones Unidas sobre la importancia del ataque.
En Líbano, un legislador anti sirio estuvo entre las diez personas que murieron en un atentado con coche bomba el miércoles en Beirut. Se trató del sexto atentado contra la capital libanesa en el último mes. Walid Eido era un aliado del fallecido Primer Ministro palestino, Rafik al-Hariri, quien fue asesinado en un atentado con coche bomba hace dos años. El hijo de al-Hariri, Saad al-Hariri, culpó a Siria del último ataque.
En Sudáfrica, decenas de miles de trabajadores sindicalizados y seguidores colmaron las calles de todo el país ayer, en medio de un paro para exigir mejores salarios.
En Cuba, el Presidente venezolano Hugo Chávez salió de una larga reunión con su contraparte cubano Fidel Castro para predecir que el mandatario está cercano a la recuperación total de su cirugía intestinal.
El gobierno sudanés anunció que aceptará un nuevo acuerdo sobre una fuerza de paz conjunta de la ONU y la Unión Africana en Darfur. El acuerdo enviaría al menos 20.000 soldados y policías al lugar. Los críticos dicen que Sudán probablemente de marcha atrás o imponga nuevas condiciones, pero el enviado sudanés Mutrif Siddig dijo que no es el caso.
En Capitil Hill, dos ex colaboradores de la Casa Blanca fueron citados a declarar en la actual investigación de los despidos de nueve fiscales de Estados Unidos. Los comités judiciales del Senado y de la Cámara de Representantes quieren interrogar a la ex asesora de la Casa Blanca Harriet Miers y a la ex directora política Sara Taylor, por su papel en el escándalo.
Un ex lobbista republicano se unió a la Casa Blanca como el nuevo asesor del Presidente Bush. Edward Gillepsie reemplazará a Dan Bartlett, quien abandonará el cargo este mes. Gillespie es uno de los más importantes lobbistas empresariales de Washington. Su empresa, Quinn Gillespie, obtuvo una ganancia de cerca de diecisiete millones de dólares el año pasado. Don Simon, un ex asesor general del grupo de defensa Common Cause, dijo: “Alguien que está en lo más alto del mundo del lobby empresarial tendrá un cargo de jerarquía en la Casa Blanca, y esto muestra la relación a veces incestuosa entre los lobbistas y el gobierno”.
Un veterano estadounidense de la guerra de Irak fue relevado con honores luego de ser reprendido por vestir su uniforme durante una protesta contra la guerra. Adam Kokesh es miembro de los Veteranos de Irak contra la Guerra. Las Fuerzas Armadas comenzaron a investigarlo luego de que el Washington Post publicó una fotografía suya en una protesta contra la guerra en marzo, que conmemoraba el cuarto aniversario de la guerra. Puede visitar nuestro sitio en Internet democracynow.org para ver la entrevista en inglés que le realizamos a Kokesh en el programa del martes.
En Chicago, estudiantes y profesores de la Universidad de DePaul están tomando acciones por una polémica de libertad de cátedra que está acaparando cada vez más la atención nacional. La semana pasada, la universidad anunció que le negaría la efectividad en el cargo a Norman Finkelstein, uno de los más importantes críticos del gobierno israelí en la academia estadounidense. El departamento de Ciencia Política y la facultad de Artes y Ciencias Liberales recomendaron la efectividad de Finkelstein en el cargo, pero el decano de la facultad y la junta universitaria de Ascenso y Cargos se manifestaron en contra. En otra decisión polémica, DePaul también dijo que le negaría la efectividad en el cargo a la profesora Mehrene Larudee, quien estaba programado que se convertiría en la presidenta del departamento. Larudee tenía el apoyo unánime del departamento, el comité de personal de la facultad y el decano. Los críticos dicen que le negaron la efectividad porque respaldó el caso de Finkelstein. Más de cincuenta personas asistieron a una manifestación en apoyo a los dos profesores el miércoles. Los estudiantes que lo apoyan realizaron una ocupación de 24 horas en la oficina del rector de la universidad de DePaul.
Mientras tanto, el Chicago Sun-Times informa que la asociación de profesores de DePaul está considerando emitir votos de no confianza contra el rector de la universidad y contra otros administradores, en vista de la negación de otorgar la efectividad a los profesores.