En un discurso ante los Veteranos de Guerras en el Extranjero llevado a cabo el miércoles, el Presidente Bush advirtió que una retirada de los soldados estadounidenses de Irak provocaría un derramamiento de sangre masivo similar al que ocurrió en el sureste asiático tras la guerra de Vietnam. Bush mencionó los campos de la muerte en Camboya y los campos de reeducación en Vietnam.
El discurso de Bush parece ser parte de un esfuerzo coordinado de la Casa Blanca para incrementar el apoyo a la guerra, previo al debate que tendrá lugar en Capitol Hill en septiembre.
Mientras Bush hablaba en Kansas City, una nueva organización llamada Freedom’s Watch lanzó una campaña publicitaria a favor de la guerra, que contará con un financiamiento de 15 millones de dólares y tendrá un mes de duración. El grupo describió a sus esfuerzos como una “campaña de base”, pero ésta es parcialmente liderada por el ex portavoz del Presidente Bush, Ari Fleischer. En una entrevista llevada a cabo ayer, Fleischer dijo: “Los conservadores y otras personas que creen en la paz mediante la utilización de la fuerza se han mantenido en silencio durante tres años. La caballería está llegando, vamos a ayudar a trasmitir ese mensaje”. El primer anuncio publicitario de Freedom’s Watch vincula a los atentados del 11 de septiembre con la guerra en Irak.
Mientras tanto en Irak, el Primer Ministro Nouri Al-Maliki atacó a los críticos estadounidenses el miércoles, durante una visita a Siria. Al-Maliki dijo que los políticos estadounidenses no tienen derecho a imponerle plazos a su gobierno electo y que su país puede encontrar amigos en otro lugar. Sus comentarios tuvieron lugar dos días después de que el senador Carl Levin pidiera su destitución.
El miércoles la senadora Hillary Clinton se unió a Levin para pedir que Al-Maliki sea destituido de su cargo. Clinton dijo: “Comparto la esperanza del senador Levin de que el Parlamento iraquí reemplace al Primer Ministro Maliki por una figura que genere menos disenso y que sea más unificadora, cuando éste regrese en unas semanas”.
Mientras tanto el sitio web “IraqSlogger” informa que lobistas republicanos que tienen vínculos estrechos con el gobierno de Bush ahora están colaborando y apoyando los esfuerzos de un posible reemplazante de Al-Maliki, el ex Primer Ministro interino de Irak Ayad Allawi. La firma de lobby republicana Barbour, Griffith and Rogers ahora está trabajando para Allawi. La empresa compró el sitio web “Allawi for Iraq dot com” (Allawiforiraq.com) y ha estado enviando mensajes de correo electrónico a miembros del Congreso en su nombre. La semana pasada Allawi alegó en un editorial publicado en el Washington Post que Irak se sumirá en el caos a menos que Al-Maliki sea reemplazado como Primer Ministro.
En otras noticias de Irak, una nueva encuesta descubrió que el 64% de los expertos conservadores en política exterior sienten que el llamado aumento de soldados en Irak no está teniendo ningún impacto, o aun peor, está teniendo un efecto negativo. La encuesta fue llevada a cabo por la revista Foreign Policy (Política Exterior) y por el grupo de investigación Centro para el Progreso Estadounidense.
El ex agente de la CIA Robert Baer prevé que Estados Unidos atacará Irán en los próximos seis meses. Baer escribió un artículo en la edición de la revista Time de esta semana, en el que cita a un funcionario anónimo del gobierno de Bush que dijo: “Habrá un ataque contra Irán”. El miércoles el ex embajador ante la ONU, John Bolton, le dijo a Fox News que espera que el ataque se lleve a cabo.
John Bolton se prepara para publicar un nuevo libro titulado “Surrender is not an Option” (“Rendirse no es una Opción”).
El plan del gobierno de Bush de realizar vigilancia a nivel nacional mediante la utilización de satélites espía enfrenta la oposición de Congreso. El presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes Bennie Thompson advirtió al Departamento de Seguridad Nacional que el Congreso tiene planes de vigilar el programa de cerca. El Wall Street Journal informó recientemente que el Director de Inteligencia Nacional, Michael McConnell, extendió enormemente el ámbito de actuación de las autoridades federales y locales que pueden tener acceso a información de la mayor red nacional de satélites espía. Según funcionarios, los satélites espía serán utilizados en parte para monitorear las fronteras del país y para colaborar con los organismos federales y locales de aplicación de la ley. El acceso a las herramientas de vigilancia de alta tecnología permitiría por primera vez a funcionarios de Seguridad Nacional y de la aplicación de la ley ver imágenes y datos en tiempo real y en alta resolución. Expertos dicen que no hay de hecho ningún marco jurídico que rija su uso a nivel nacional, lo cual genera la preocupación de los defensores de la privacidad de que los estadounidenses podrían ser sometidos a vigilancia desde el espacio. Algunos expertos militares cuestionaron si el uso nacional de dichos satélites violaría la Ley Posse Comitatus. Esta norma legal prohíbe a las Fuerzas Armadas participar en tareas de aplicación de la ley dentro de Estados Unidos, y los satélites fueron construidos por y pertenecen en su mayoría al Departamento de Defensa.
En materia ambiental, el NewYork Times informa que el gobierno de Bush planea dictar nuevas normas para permitir la expansión de la controvertida práctica de minería conocida como “minería de destrucción de la cima de la montaña”. La técnica implica hacer estallar la cima de las montañas y tirar los escombros en los valles y las corrientes de agua. Los ambientalistas dicen que el cambio de normativa provocará el saqueo acelerado de grandes terrenos y la destrucción de cientos de miles de corrientes de agua en la región central de los Apalaches. Joe Lovett, del Appalachian Center for the Economy and the Environment, (Centro para la Economía y el Medio Ambiente de los Apalaches) criticó la nueva normativa. Lovett dijo: “Este es un regalo de despedida del gobierno a la industria del carbón. Lo que está en juego es el futuro de la región de los Apalaches. Este es un intento de legalizar lo que ha sido ilegal durante mucho tiempo”.
En Birmania, la policía y los partidarios del gobierno reprimieron otra protesta a favor de la democracia. Según informes de prensa, alrededor de cuarenta manifestantes, en su mayoría miembros de la Liga Nacional por la Democracia, intentaron desobedecer a la junta militar de Birmania al marchar hoy en Rangún. Los activistas marcharon tres kilómetros, pero luego la manifestación fue detenida. Cinco de los líderes de la protesta fueron arrestados. Ésta fue la tercera manifestación pública contra el aumento de los precios del combustible en Birmania desde el domingo. En la semana, la policía arrestó a otros 24 activistas a favor de la democracia. Human Rights Watch criticó a la junta militar de Birmania por los arrestos, diciendo que la represión de la protesta fue una violación de los “derechos fundamentales de asamblea”. Las protestas de esta semana están entre las mayores registradas en Birmania desde 1988, año en que el Ejército mató alrededor de tres mil personas en un intento por reprimir las manifestaciones contra el gobierno.
El Estado de Texas ejecutó a Johnny Ray Connor anoche, mediante inyección letal. Connor se convirtió en la persona número 400 en ser ejecutada en Texas desde que el Estado restableció la pena de muerte en 1982. Texas planea ejecutar a otros tres hombres la semana próxima, entre ellos a Kenneth Foster. Connor fue procesado por matar a la empleada de una tienda llamada Kathyanna Nguyen. Poco antes de su ejecución, Connor pidió disculpas a la hija de Nguyen, Marie. Le dijo: “Te quiero aunque tú no me conoces. Te pido que un día me perdones dentro de tu corazón. Lo que me está sucediendo es injusto, y el sistema está deteriorado”. La hermana de Johnny Ray Connor, Diamond Alexander, habló con una periodista fuera de la cárcel.