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La policía noruega amplió la investigación sobre la matanza del viernes, después de que el lunes el presunto agresor Anders Behring Breivik le dijera a un tribunal de Oslo que tenía “dos células más” en su organización. Durante la audiencia, Breivik admitió ser el responsable de los ataques, pero negó los cargos por terrorismo. La prensa noruega informa que si la justicia lo declara culpable de crímenes de lesa humanidad, Breivik podría recibir una condena de 30 años. Por lo menos 76 personas murieron y 96 resultaron heridas como resultado de la explosión de una bomba afuera de los edificios del gobierno en Oslo y de los disparos realizados contra un campamento de verano de jóvenes activistas del Partido de los Trabajadores, ambas acciones presuntamente perpetradas por Breivik. Desde Oslo se comunica con nosotros Ali Esbati, uno de los sobrevivientes del tiroteo. Esbati es un economista que estaba en el campamento en la isla noruega Utoya para dictar un taller y se salvó de los disparos tirándose al agua. “Vi a una chica joven …de 18 ó 19 años que había recibido un disparo, pero no dejaba de repetir “Si me muero aquí, por favor recuerden que todos ustedes son personas maravillosas y sigan la lucha.”