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La representante demócrata Carolyn McCarthy
de Nueva York perdió a su esposo hace 19 años en la masacre de Rail Road en Long Island, donde murieron seis personas. Desde entonces, es una de las principales defensoras del establecimiento de políticas de control de armas. Mientras se espera que el presidente Obama anuncie la creación de un grupo de trabajo interinstitucional sobre el uso de armas, dirigido por el vicepresidente Joe Biden, y mientras los políticos y lobbistas pro-armas mantienen un amplio silencio a cinco días de la masacre de Newtown, preguntamos a la representante McCarthy si cree que se está produciendo el tipo de cambio radical que puede llevar a una legislación efectiva sobre control de armas. También hablamos con
ella acerca del impacto que el llamado “abismo fiscal” podría tener en el presupuesto para servicios de salud mental, cuyos defensores dicen que podría ayudar a prevenir futuras masacres. “Sí, veo un cambio. Veo que el pueblo estadounidense ahora está cuestionando las muchas
cosas que no se han hecho”, afirma McCarthy. “Hemos pasado por demasiadas masacres de este tipo. … No me voy a quedar callada esta vez.”