Un nuevo e impactante informe encargado por el Banco Mundial advierte que la temperatura puede aumentar 4 grados Celsius (7,2 grados Fahrenheit) hacia el final del siglo, lo que causaría escasez devastadora de alimentos, aumento del nivel de los mares, ciclones y sequías, aún cuando los países cumplieran las actuales promesas de reducir las emisiones. Si estas promesa no se cumplen, el aumento podría producirse incluso antes. “Este es un riesgo inminente que afectará a todas las personas del planeta si empujamos el ecosistema del mundo a una enorme crisis de extinción”, afirma Bill Hare, un importante físico e investigador del medio ambiente que colaboró en la preparación de los dos últimos informes. Hare es director y gerente de la organización Climate Analytics y autor principal del informe 2007 del Panel intergubernamental sobre cambio climático “Mitigación del cambio climático” y “El informe de síntesis”. Mientras tanto, los científicos afirman que todavía no es demasiado tarde para minimizar el impacto devastador del cambio climático. Otro informe elaborado por la organización Climate Action Tracker sostiene que el calentamiento global podría mantenerse debajo de 2 grados. Hare pide que haya un impuesto al carbono, mediante el cobro de una pequeña tasa por emisiones, con el fin de reducir el beneficio de la quema de combustibles fósiles y permitir fundar nuevas tecnologías para reducir la liberación desastrosa de los gases que causan el efecto invernadero.
Transcripción
AMY GOODMAN: Mientras negociadores de cerca de 200 países se reúnen aquí en Doha, recientes investigaciones científicas demuestran que los esfuerzos actuales pueden no ser suficientes para evitar un cambio catastrófico. Un nuevo informe comisionado por el Banco Mundial dice que la temperatura del planeta podría aumentar cuatro grados centígrados por encima de los niveles preindustriales para el final del siglo, incluso si los países cumplen con sus compromisos de reducción de emisiones. Si los compromisos no se cumplen, el incremento de temperatura podría ocurrir incluso antes. Los impactos potenciales de un aumento de cuatro grados incluyen olas de calor sin precedentes, amenazas a la seguridad alimentaria, pérdida de ecosistemas, y peligrosos aumentos en el nivel del mar. El presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, describió el impacto.
JIM YONG KIM: Este informe es una visión aleccionadora de cómo se vería el mundo con un aumento de cuatro grados Celsius. Habría una alteración masiva en algunos de nuestros sistemas básicos, como agua potable, viabilidad de las ciudades costeras, para las poblaciones que viven en las zonas bajas. Por otra parte, tendría implicaciones para la gestión del riesgo de desastres. Tendría implicaciones en el suministro de alimentos. Y lo que es más importante para nosotros, los peores impactos van a suceder en los países más pobres, a la gente más pobre.
AMY GOODMAN: Sin embargo, los científicos dicen que aún no es demasiado tarde para minimizar el impacto devastador del cambio climático. Un nuevo informe de “Climate Action Tracker” dice que el calentamiento global podría mantenerse por debajo de dos grados centígrados, pero sólo si tomamos medidas urgentes ahora. Para ampliar esta información, nos acompaña un destacado científico quien ayudó a producir estos dos últimos informes. Bill Hare es el CEO y director general de “Climate Analytics”. Fue uno de los autores del informe “Climate Change 2007: Mitigation of Climate Change”, del IPCC (Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático). Ese es el elaborado título para este informe, publicado por el IPCC en 2007, el cual ganó el premio Nobel de la paz. Bienvenido a DemocracyNow!, doctor Bill Hare.
BILL HARE: Hola.
AMY GOODMAN: Es maravilloso tenerlo con nosotros. Háblenos de sus hallazgos en este último reporte.
BILL HARE: En el informe del Banco Mundial, analizamos las consecuencias de un calentamiento de 4 grados por encima del clima preindustrial. Y los hallazgos fueron muy sorprendentes, incluso para quienes trabajamos en esta área de estudiar los impactos climáticos. Encontramos —creo que este es uno de los hallazgos más sorprendentes— el riesgo de olas de calor extremo en el futuro, olas de calor como no hemos visto nunca en muchas regiones del planeta, con frecuencia los cambios relativos más importantes ocurren en el trópico, pero también en países como Estados Unidos y a lo largo de Europa. Otro gran impacto que vemos, que es relevante para la discusión actual, es que hay un alto riesgo de ciclones tropicales muy intensos, de huracanes tropicales, en el futuro. Si bien se espera que la frecuencia global de los ciclones tropicales disminuya, los más intensos podrían volverse más comunes y más fuertes. Y el huracán Sandy y ahora el tifón en Filipinas son ejemplos del tipo de cosas que van a ser más peligrosas y tal vez más comunes en el futuro.
AMY GOODMAN: ¿Así es como sería un mundo con cuatro grados más, como usted dice? Son cuatro grados centígrados, ¿correcto?
BILL HARE: Es correcto.
AMY GOODMAN: En grados Fahrenheit, estamos hablando de…
BILL HARE: Cerca de siete grados Farenheit.
AMY GOODMAN: …ocho grados…
BILL HARE: Sí, ocho grados, así es.
AMY GOODMAN: …cerca de 8 grados Farenheit.
BILL HARE: Ocho grados Farenheit.
AMY GOODMAN: Explíquenos ahora por qué cuando hablamos de un cambio de dos grados centígrados en este momento, eso no significa un cambio de 2 grados en la temperatura del aire exactamente, estamos hablando principalmente de la subida del agua hasta ese nivel. Explíquenos qué significa un aumento de dos grados.
BILL HARE: Un calentamiento de dos grados centígrados no parece gran cosa, pero en realidad es un gran cambio para la tierra, que tendrá un gran impacto sobre los ecosistemas naturales, en regiones de riesgo, en la producción de cultivos y en la agricultura. Los últimos hallazgos científicos que mostramos en el reporte del Banco Mundial indican que hay un riesgo significativo de que incluso se pierda la mayoría de los corales del mundo; la mayoría de los sistemas de arrecifes de coral podrían desaparecer. Encontramos riesgo de un aumento del nivel del mar de hasta un metro para el año 2100, como resultado de un calentamiento estimado de dos grados centígrados. Estos cambios son realmente dramáticos y tendrá consecuencias muy graves para las comunidades costeras, las ciudades, los medios de subsistencia en muchos lugares. En África, por ejemplo, un calentamiento de 2 grados podría producir graves daños y perjuicios a los países ya pobres, a su agricultura, y traer consigo muchos otros riesgos para la salud. No puedo nombrar la lista completa, pero para muchos de los países más vulnerables del mundo, dos grados de calentamiento ya significan un nivel muy peligroso.
AMY GOODMAN: Entonces, si el nivel del agua sube un metro por el aumento de dos grados centígrados, o cuatro grados Farenheit, ¿el aire se vuelve más caliente?
BILL HARE: El aire, por alrededor de un aumento de un metro en el nivel del mar, se calentaría unos dos o tres grados. Eso es lo que estimamos. Y, por supuesto, eso es sólo durante 100 años. El nivel del mar seguirá subiendo durante muchos siglos. Por lo tanto, el calentamiento de 2 grados ocasionaría varios metros más de aumento del nivel del mar en unos pocos cientos de años, lo que inundaría muchas de las ciudades más importantes del mundo.
AMY GOODMAN: ¿Qué es lo que está causando esto?
BILL HARE: La causa es la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente de dióxido de carbono por la quema de combustibles fósiles como carbón, petróleo y gas. Esas son las principales causas del cambio climático provocado por el hombre. Y esto tiene que ver con el informe sobre emisiones del programa ambiental de la ONU, con el que hemos estado involucrados. Allí se muestra que claramente se pueden tomar medidas para reducir las emisiones rápidamente, de manera efectiva y beneficiosa. Y esta es, de hecho, una de las grandes discusiones que están teniendo lugar aquí en Doha: ¿podemos realmente enfrentar este reto políticamente? porque sabemos que la economía funcionaría, la tecnología está allí, pero la pregunta es realmente si hay ambición política para mover a los países y a las industrias en la dirección correcta.
AMY GOODMAN: El país más poderoso del mundo, Estados Unidos, está determinando en gran medida lo que ocurre aquí en Doha. Gran parte de la discusión en los medios corporativos de Estados Unidos es acerca del abismo fiscal, acerca de para cuánto alcanza el presupuesto. ¿Puede hablar un poco sobre el abismo climático?
BILL HARE: Tenemos sin duda un abismo climático. Estamos frente a un tsunami de carbono; enormes cantidades de carbono están siendo emitidas a una tasa más rápida que nunca. Este tsunami de carbono probablemente inundará al planeta con calentamiento, aumento del nivel del mar y acidificación de los océanos. Esa es la mala noticia. La buena noticia es que hay mucho dinero por generar, muchas nuevas industrias por construir a partir de tomar las medidas para usar energías renovables, energía eólica, energía solar y demás; los autos eléctricos e híbridos. Estas son las tecnologías del futuro, y pueden generar empleos, ayudar a reconstruir el crecimiento económico, al tiempo que dejamos atrás el camino de “carbono intensivo” del pasado. Yo creo que es un reto para los políticos, no sólo aquí en Doha, también en Estados Unidos, el darse cuenta de esa oportunidad. Proponer algo como un impuesto sobre el carbono en Estados Unidos ayudaría a sacar al país del abismo fiscal, y produciría beneficios económicos en el largo plazo.
AMY GOODMAN: ¿Qué significa un impuesto sobre el carbono? Está hablando de un país en donde la discusión en los medios sigue girando en torno a si el cambio climático es provocado por el hombre, y no acerca de cómo resolverlo.
BILL HARE: Claro. Esa es una discusión que tienen que resolverse en Estados Unidos. Sin embargo yo creo que después de Sandy la actitud del público estadounidense ha cambiado. Si miramos las encuestas de opinión, los reportes de prensa, se ve que hay un cambio de actitud. Y, si estoy leyendo bien los informes de prensa, también hay un cambio hacia la discusión de ideas radicales, por ejemplo, en la administración Clinton, se discutió una vez un modesto impuesto al carbono. Un impuesto sobre el carbono significa poner un pequeño precio a las emisiones de carbono de las centrales eléctricas, los autos y demás. Eso reduciría el beneficio, pero permitirá la financiación de nuevas tecnologías para reducir la desastrosa emisión de gases de efecto invernadero. Por lo tanto, esto supondría un cambio para los Estados Unidos, no sólo en sus problemas financieros, a los que ayudaría, no los resolvería pero podría ayudar. Habría también que comenzar a impulsar nuevas tecnologías. Teniendo en cuenta la historia y las capacidades para la innovación y la invención empresarial del país, estoy seguro de que sería beneficioso.
AMY GOODMAN: Rajendra Pachauri, el jefe de IPCC, el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, dijo en su discurso que las extinciones masivas podrían acompañar un cambio de cuatro grados centígrados, 7.2 Fahrenheit, incluso más en caso de aumento de seis grados. ¿Por qué?
BILL HARE: La ciencia del clima está reemplazando la economía como una “ciencia triste”. Está produciendo historias como la de las extinciones masivas producto del calentamiento causado por diferentes fenómenos. Si usted tiene una especie viviendo en una montaña y la temperatura se eleva demasiado, esa especie no podrá migrar lo suficientemente alto en la montaña y desaparecerá. Si los océanos se calientan demasiado, esto matará especies acuáticas. Lo mismo se aplica a los bosques. Se trata de un riesgo inminente que afectará a todas las personas que viven en el planeta si presionamos los ecosistemas hacia una crisis de extinción masiva. Esto causará graves problemas para nosotros como sociedades. Esa es la parte triste. Sin embargo, esto podemos evitarlo. Y ese fue precisamente el motivo por el que el Banco Mundial hizo este informe sobre los cuatro grados, para decir: mire, este es el riesgo que enfrentamos y necesitamos hacerlo visible ante nosotros para poder tomar medidas para evitarlo.
AMY GOODMAN: Sólo para aclarar, quise decir: un aumento de cuatro grados podría generar extinciones masivas; un aumento de seis grados, por supuesto, es peor. Permítame preguntarle acerca de lo que dijo recientemente Oxfam, la Organización Internacional de Ayuda y Desarrollo, al lanzar una campaña pidiendo al Banco Mundial dejar de financiar grandes operaciones terrestres, argumentando que estos acuerdos aumentan la inseguridad alimentaria en partes del mundo donde el hambre es ya frecuente. Le pregunto esto porque el informe que usted hizo fue encargado por el Banco Mundial.
BILL HARE: Sí. Bueno, muchos de nosotros en la comunidad de las políticas públicas hemos estado en desacuerdo con la inversión del Banco Mundial en combustibles fósiles e históricamente en otro tipo de actividades destructivas. Creo que esto puede indicar que el banco tiene la intención de cambiar de dirección, aunque por supuesto, no lo sabemos. El nuevo presidente está sin duda comprometido con cambiar la dirección del banco y dar al tema climático un lugar central en lo que el banco está haciendo. Así que esperemos que sea el presagio de un gran cambio en las actividades del banco hacia acciones más respetuosas con el clima. Y si no lo hace, entonces será otra oportunidad perdida. Personalmente soy optimista sobre este compromiso con el cambio, creo que que el banco va a seguir adelante con esto. Si lo hace, enviará una señal muy poderosa a la comunidad de los asuntos de desarrollo en el mundo: Ha llegado el momento, tenemos que cambiar de dirección, o de lo contrario nos enfrentamos a riesgos catastróficos en muchas regiones vulnerables. Y, por supuesto, los países pobres no son los únicos lugares en riesgo. El huracán Sandy ha demostrado, una vez más, que incluso los países ricos tienen regiones que son extremadamente vulnerables al cambio climático. No importan las buenas intenciones del pasado por construir medidas para prevenir los riesgos de tormenta y demás. En última instancia, estas grandes tormentas —que empeorarán con el cambio climático— van a sobrecoger a las ciudades y a las sociedades.
AMY GOODMAN: Háblenos un poco más acerca de lo que vimos en Nueva York y en Nueva Jersey, con la tormenta Sandy, sobre el aumento del nivel del agua en estos lugares.
BILL HARE: Bueno, estos lugares son zonas relativamente bajas y en riesgo de tormentas. Eso se ha sabido desde hace años, que incluso un pequeño aumento del nivel del mar, junto con huracanes y mareas altas, podría ocasionar daños graves de infraestructura. De hecho, el huracán Sandy casi descarrila el Informe del Banco Mundial, debido a que uno de sus autores estaba en Brooklyn, vive allí, y perdió la energía eléctrica y el Internet durante varios días. Superamos eso, pero vivimos de primera mano lo que estaba pasando en Nueva York. Estos problemas se replican en muchas grandes ciudades en todo el mundo, con poblaciones mucho más grandes y más vulnerables que la de Nueva York.
AMY GOODMAN: Quiero preguntarle sobre el negociador climático ante la ONU, Todd Stern, no sobre él personalmente, si no sobre la posición de Estados Unidos. Parece, y así opinan muchos críticos, que Estados Unidos está presionando para un nuevo paradigma de compromisos voluntarios para reducir las emisiones. ¿Qué tienen de malo las promesas voluntarias?
BILL HARE: Simplemente no son suficientes. El problema que tenemos con el cambio climático se conoce como el problema de la acción colectiva, lo que significa todos tenemos que estar de acuerdo para ir en la misma dirección, por lo que cada actor tiene la confianza de que los fondos adicionales que está gastando van a estar acompañados por los de alguien más. Si no hacemos un acuerdo colectivo, no habrá ningún incentivo para que los países realmente inviertan más en una situación en la que nadie hace nada. Creo que la estrategia de Estados Unidos se beneficiaría de un cambio muy grande, si retomara una estrategia de hace algunos años bajo la administración Clinton, en donde claramente se vio el problema de la acción colectiva. Es decir, se necesita liderazgo. Se necesita que el país de un paso al frente y diga: “yo estoy dispuesto a ir más allá”, y que eso se convierta además en acciones. A menos de que hagamos eso, vamos a terminar con ese mundo cuatro grados más caliente. Ese es el punto que destacamos en el informe del Banco Mundial. Para realmente progresar tan rápido como lo necesitamos (nunca antes se han hecho cambios tan rápidos en las emisiones) necesitamos que todos accedan a hacerlo juntos, de lo contrario eso jamás sucederá.
AMY GOODMAN: Dr. Bill Hare, usted ha tratado la cuestión del cambio climático durante mucho tiempo, y lo ha tomado seriamente, usted cree que el cambio climático es en efecto causado por el hombre. ¿Qué fue lo que más le sorprendió en su último informe?
BILL HARE: Lo que más me sorprendió fue el problema de las olas de calor. Me impresionó bastante cuando vimos por primera vez los resultados de la nueva generación de modelos climáticos. Les pedí a los científicos volver atrás y mirar de nuevo para ver si había algún error en relación con las olas de calor extremo. El tipo de olas de calor que pudimos ver, que hemos visto en los últimos años, incluso en Estados Unidos, y que suceden rara vez, se convertirían en algo que pasará cada año, dentro de 70 o 80 años. Este es un resultado sorprendente. Tiene muchas consecuencias sobre los ecosistemas, la producción de alimentos, y la actividad al aire libre de la gente en muchos lugares. Es una gran amenaza para nuestro futuro.
AMY GOODMAN: ¿Y para aquellos que dicen: “No se puede decir que esta única super tormenta Sandy, o el tifón que estamos viendo ahora en las Filipinas, que ha matado al menos a 40 personas y los números probablemente suban… “no se puede decir que estas cosas son causadas por el cambio climático “?
BILL HARE: No aun, no aun. Pero si crecen lo suficiente, en algún punto los científicos serán capaces de atribuirlas. El punto es que Sandy, por ejemplo, fue probablemente influenciada por altas temperaturas en la superficie del Atlántico que fueron récord y que habrían alimentado la fuerza de la tormenta. Tenemos que esperar el análisis científico para ver exactamente los componentes. Pero la conclusión es que estos eventos extremos, estamos bastante seguros, van a ser más comunes en el futuro. Es cierto, no podemos decir que un evento aislado es causado por el cambio climático, en general, aunque sobre algunos eventos recientes podemos decir que tienen un componente humano importante. La ola de calor de Rusia de hace unos años, la ola de calor de 2003 en Europa. Estos acontecimientos tuvieron detrás un componente sustancial de cambio climático inducido por el hombre.
AMY GOODMAN: ¿Cuál es el logro más importante que usted siente que tiene que salir de esta cumbre climática de la ONU?
BILL HARE: Esa es una pregunta muy difícil de responder.
AMY GOODMAN: Puede decir dos o tres.
BILL HARE: Bueno, yo creo que lo primero es lograr terminar finalmente el Protocolo de Kyoto y movemos hacia adelante con la aplicación real de esos compromisos. La segunda cosa es ponerse de acuerdo para aumentar el nivel de atenuación de la ambición, el alcance de las acciones reales en los próximos años, para que realmente se pueda reducir el nivel de emisiones para 2020. Eso es absolutamente fundamental para nuestras posibilidades de mantenernos por debajo de un aumento de dos grados. Y la tercera cosa, creo yo, es tener una idea de hacia dónde vamos en las finanzas climáticas, en la financiación necesaria para ayudar a los países en desarrollo más pobres a tomar medidas para reducir sus emisiones y también para iniciar el proceso complejo de preparación para adaptarse a los peores efectos del cambio climático.
AMY GOODMAN: Estados Unidos enfrenta serias deudas. ¿Por qué dar dinero a otros países, incluso para ocuparse de esto?
BILL HARE: Porque Estados Unidos puede evitar muchos problemas en el futuro si se une a la comunidad global. Si hay graves desastres climáticos en las regiones pobres, éstos crearán riesgos de seguridad significativos para muchos otros países, incluyendo Estados Unidos. Sé que esto ha sido una preocupación.
AMY GOODMAN: ¿A qué se refiere con “seguridad”? En gran escala, a la migración humana, a grandes desplazamientos de población. Ya sabemos que este tipo de problemas han causado guerras, conflictos civiles y demás en África. Y se han extendido a otras regiones. Han estado relacionados con el terrorismo. La comunidad que se ocupa de la seguridad, incluso en Estados Unidos, está preocupada por esto. Hubo un informe de la Academia Nacional al respecto, que viene tras varios años de pensar en esto. Esa es sólo una de las razones por las que Estados Unidos debería preocuparse al respecto. Pero Estados Unidos también cuenta con activos naturales muy valiosos en juego, infraestructura muy grande en las costas. Si Estados Unidos no ayuda a los países más pobres a comenzar el proceso de reducción de las emisiones, también sufrirá por el cambio climático.
AMY GOODMAN: Doctor Bill Hare, quiero darle las gracias por haber estado con nosotros. El doctor Bill Hare es el CEO y director general de Climate Analytics. Trabajó con el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, cuando ganó el Premio Nobel de la Paz hace unos años, y es autor de un reciente informe para el Banco Mundial sobre los graves peligros de un mundo de cuatro grados más caliente al final de este siglo. Muchas gracias por estar con nosotros. Esto es Democracy Now!, Democracynow.org/es, el informativo de guerra y paz.
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