Amnistía Internacional reveló que la cantidad de ejecuciones realizadas en todo el mundo aumentó mucho el año pasado, en gran parte debido a un incremento súbito de la aplicación de la pena de muerte en el Medio Oriente. La organización sostiene que al menos 676 personas fueron ejecutadas en veinte países. Sólo en cuatro países se realizaron más ejecuciones que en Estados Unidos.
Salil Shetty, Secretario General de Amnistía Internacional, declaró: “El problema es que hay un puñado de países que han tenido sistemáticamente la mayor cantidad de ejecuciones y siguen en esa línea, y algunos de ellos en realidad las han aumentado a un ritmo alarmante. China e Irán superan todos los límites, son los dos mayores. Pero en ese grupo también están Corea del Norte, Arabia Saudí y, lamentablemente, Estados Unidos, aunque parezca mentira”.