Titulares08 de enero de 2013

Un ataque con avión no tripulado estadounidense causó la muerte a ocho personas en la región paquistaní de Waziristán del Norte. Funcionarios paquistaníes afirman que las personas fallecidas eran sospechosas de ser militantes, y que se presumía que una de ellas era agente de Al Qaeda. Otras tres personas resultaron heridas. El incidente tuvo lugar luego de que otro ataque perpetrado en Pakistán causara la muerte a unas dieciocho personas el pasado domingo.

En declaraciones efectuadas para la agencia de noticias Reuters, el ex comandante de fuerzas estadounidenses en Afganistán, el general retirado Stanley McChrystal, se ha convertido en el ex funcionario militar de mayor rango en cuestionar públicamente los ataques con aviones no tripulados al expresar: “El resentimiento que se genera a raíz de la utilización por parte de Estados Unidos de ataques sin tripulación es mucho mayor de lo que un estadounidense común puede apreciar. Los odian a nivel visceral, incluso la gente que jamás presenció un ataque o los efectos de un ataque”.

Paralelamente, un ex asesor de Barack Obama en asuntos de seguridad se manifestó enérgicamente contra la utilización de aviones no tripulados en la guerra al expresar que ello promueve la proliferación de armas en el mundo a la vez que causa la muerte de víctimas civiles anónimas. En el número de este mes de la publicación International Affairs, Michael Boyle, de la Universidad La Salle, asesor del grupo de expertos antiterrorismo de la campaña de Obama del 2007 y 2008 escribió: “Obama ha sido tan implacable e indiferente al imperio de la ley como su antecesor. Las consecuencias se pueden observar en los ataques a mezquitas o a cortejos fúnebres en los que se asesina a no combatientes y se desgarra el entretejido social de las regiones en que tienen lugar. Nadie sabe a ciencia cierta la cifra de muertes que causan los aviones no tripulados en estas tierras distantes y a veces ingobernadas”.

El Presidente Obama anunció formalmente la designación de quienes ocuparán dos cargos clave de su gabinete en su segundo período de gobierno: el ex senador republicano Chuck Hagel como Secretario de Defensa y el asesor antiterrorismo John Brennan para dirigir la CIA. Hagel y Brennan aparecieron en público junto a Obama el lunes en la Casa Blanca.

Chuck Hagel expresó: “Me siento agradecido por la oportunidad de colaborar para continuar fortaleciendo nuestro país, fortaleciendo las alianzas de nuestro país, avanzando en la libertad, la decencia y la humanidad mundial al tiempo que ayudamos a construir un mundo mejor para toda la humanidad. Siempre haré lo mejor que pueda, haré lo mejor que pueda para mi país, para aquellos a quienes represento en el Pentágono y para todos nuestros ciudadanos”.

John Brennan declaró: “Si me confirman como director, haré que mi misión sea garantizar que la CIA posea las herramientas que necesita para mantener seguro a nuestro país y que su labor refleje siempre los derechos, las libertades y los valores que tanto apreciamos”.

Hagel ha enfrentado críticas de sus enemigos de la derecha por su postura respecto a Israel e Irán; así como críticas de progresistas por comentarios ofensivos que pronunció en el año 1998 respecto a los homosexuales en el gobierno y por los cuales no se disculpó hasta hace poco tiempo. Algunos demócratas se han unido a los republicanos en su oposición a Hagel por negarse a dar apoyo incondicional a las políticas del gobierno israelí. El lunes, el jerarca demócrata del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, Eliot Engel de Nueva York, dijo creer que Hagel posee una “hostilidad endémica contra Israel”. Por otra parte, luego de que Obama fuera electo por primera vez en 2008 ya habían corrido rumores de que Brennan sería elegido para el cargo; sin embargo, hubo que dejar de considerarlo ante las quejas por el papel que desempeñó en la CIA durante el gobierno de George W. Bush. Brennan apoyó públicamente las políticas de la CIA conocidas como “técnicas avanzadas de interrogatorio” y el traslado de prisioneros extranjeros a centros de detención en otros países, fue además un promotor clave de los ataques con aviones no tripulados durante la primera presidencia de Obama. Al ser anunciado su nombramiento, el grupo activista CodePink se congregó a la entrada de la Casa Blanca en manifestación de protesta. Reconociendo la posibilidad de que el nombramiento de Hagel enfrente oposición, el Presidente Obama instó a los legisladores a dar una rápida confirmación a sus nombramientos.

Obama expresó: “Espero que el Senado actúe con celeridad para dar estas confirmaciones. Cuando se trata de seguridad nacional, no nos gusta dejar mucho vacío entre el momento en que un grupo de líderes se aleja de su cargo y asume otro, por lo que necesitamos movernos con rapidez al respecto”.

El gigante financiero Bank of America aceptó pagar más de 11.000 millones de dólares a la compañía hipotecaria Fannie Mae, que cuenta con el respaldo del gobierno, por haberla inundado con hipotecas tóxicas durante la crisis financiera. El Departamento de Justicia afirma que el Bank of America implementó una estrategia por la cual se otorgaron hipotecas a ciegas sin los controles adecuados y luego los préstamos tóxicos fueron vendidos a Fannie Mae y Freddie Mac. Mientras que el Bank of America obtenía los beneficios, Fannie y Freddie quedaron con grandes pérdidas e inmuebles ejecutados.

En otro importante acuerdo, el Bank of America y otras nueve compañías prestamistas de primer nivel acordaron pagar 8.500 millones de dólares para resolver reclamaciones de ejecuciones hipotecarias ilícitas a millones de propietarios estadounidenses. El acuerdo cubre una serie de abusos en dichas ejecuciones, como documentación defectuosa, la práctica de firmar documentos casi automáticamente sin verificar los antecedentes y préstamos ilícitamente modificados. El acuerdo pondrá fin a una revisión independiente de todas las ejecuciones hipotecarias, lo que significa que los bancos podrían eludir futuras sanciones de miles de millones de dólares. Diane Thompson, una abogada del Centro Nacional de las Leyes del Consumidor, criticó el acuerdo y declaró a Associated Press que éste “pone un tope a la responsabilidad (de los bancos) menor que lo que habían pensado que tendrían que pagar”.

Los activistas opositores de Bahréin prometen continuar con las protestas a pesar de la decisión de un tribunal de confirmar las condenas de prisión de trece destacados disidentes. Los activistas fueron condenados por un tribunal militar en 2011, ocho de ellos a cadena perpetua, tras haber liderado manifestaciones masivas contra la monarquía suní que gobierna en Bahréin. El más alto tribunal de ese país confirmó las sentencias el lunes, en lo que representó el fin de las opciones jurídicas de los condenados. Sheikh Ali Salman, del opositor partido Al Wefaq, dijo que las manifestaciones continuarán.

Sheikh Ali Salman afirmó: “Las manifestaciones continuarán tras este tipo de dictámenes en los tribunales. Estas sentencias fortalecerán aún más al pueblo que quiere la democracia. Esperamos que emerja una solución política que dé prioridad a la democracia, los derechos humanos y la libertad y que beneficie a todos en Bahréin”.

Bahréin es un aliado clave del gobierno de Estados Unidos y alberga a la Quinta Flota de la Armada de este país.

Se realizaron protestas a nivel nacional frente a las oficinas de la compañía petrolera TransCanada en contra del oleoducto de arenas alquitranadas Keystone XL. Al menos 50 activistas del grupo Tar Sands Blockade se concentraron frente a las oficinas centrales de TransCanada en Estados Unidos, situadas en Houston. La movilización terminó con dos detenciones. Acciones similares tuvieron lugar ante las oficinas de TransCanada en Massachusetts, Michigan y Wisconsin. Para hoy se planea otra concentración en Nueva York.

Las manifestaciones tuvieron lugar al tiempo que una coalición de más de setenta grupos ambientalistas divulgó una carta abierta en la que se insta al Presidente Obama a enfrentar significativamente el cambio climático en su segundo mandato. Se exhorta al mandatario a empezar rechazando el oleoducto Keystone XL y se afirma: “El oleoducto de arenas alquitranadas Keystone XL no favorece nuestro interés nacional porque liberaría grandes cantidades de carbono adicional que no nos podemos dar el lujo de quemar, ampliaría nuestra peligrosa adicción a los combustibles fósiles, pondría en peligro la salud y la seguridad y pondría recursos acuáticos cruciales en riesgo”.

En las últimas semanas, aumentaron las especulaciones de que Obama aprobará el oleoducto luego de la repentina renuncia de la jefa de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés), Lisa Jackson. Una fuente presuntamente cercana a Jackson le dijo al New York Post que la ex jerarca no quería estar en la EPA cuando se le diera luz verde al oleoducto. “No será la jefa de la EPA cuando Obama apoye la construcción [de Keystone]”, señaló la fuente.