Titulares02 de octubre de 2013

El cierre parcial del gobierno federal lleva dos días sin señales de avance en el estancamiento entre demócratas y republicanos. El martes, los republicanos de la Cámara de Representantes no lograron obtener aprobación para su propuesta fragmentaria de seguir proporcionando fondos para parques nacionales, servicios de salud de veteranos y el Distrito de Columbia. Los demócratas sostienen que sólo aceptarán un proyecto que proponga financiar la totalidad del gobierno federal y no los programas selectivos que pretenden los republicanos en el marco de su ofensiva para derogar “Obamacare”. Los republicanos provocaron el cierre tras condicionar el financiamiento del gobierno a la postergación de “Obamacare”. El cierre implica que unos 800.000 trabajadores del gobierno sean suspendidos de sus funciones y que más de un millón se vean obligados a trabajar sin percibir un salario. El líder de la mayoría del Senado, Harry Reid, responsabilizó a los republicanos por llevar al gobierno al impago.

Reid expresó: “En todo el país, se le dio a los funcionarios federales cuatro horas esta mañana para borrar sus correos electrónicos, liberar las computadoras y cerrar sus oficinas, en todo Estados Unidos. Se les pidió que fueran a trabajar a las 8 de la mañana. Y para mediodía, estarán afuera de sus oficinas. El gobierno está cerrado por lo irracional que es lo que sucede al otro lado del Capitolio. Es lamentable, pero es así”.

Tanto la Casa Blanca como el Senado controlado por los demócratas rechazaron los llamados republicanos para mantener nuevas negociaciones y afirmaron que “Obamacare” no es negociable. El Presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, responsabilizó por el cierre a la postura de los demócratas.

Boener expresó: “Por Dios. Ni siquiera van a sentarse a discutir esto. Nuestro país tiene grandes problemas. Hoy, nuestro gobierno tiene grandes problemas. La única manera en que se van a resolver estos problemas es si nos sentamos cordialmente con el pueblo estadounidense presente y llegamos a un acuerdo”.

El cierre obliga a la clausura o reducción de una serie de servicios que presta el gobierno, entre ellos, programas clave para niños necesitados. Head Start, el programa preescolar para familias de bajos ingresos, afirma que ha perdido la financiación de 23 programas en once estados distintos, lo cual afecta a 19.000 niños. Esto se suma a los 57.000 niños que ya habían sido retirados de Head Start en otoño a causa de los recortes presupuestales que tuvieron lugar durante el “secuestro de gastos”. En un comunicado, la Directora Ejecutiva de la National Head Start Association, Yasmina Vinci, sostuvo: “Esta renuncia a asumir sus responsabilidades por parte del Congreso y de los líderes de Washington ha desplazado aún más a los niños en riesgo que ya sufrían las consecuencias del secuestro de gastos. El cierre del gobierno es un nuevo corte sobre una ya profunda herida”. Si el cierre se extiende por otra semana, el Departamento de Agricultura deberá dejar de financiar un programa de alimentación que asiste a nueve millones de mujeres y niños. El programa de mujeres, jóvenes y niños asiste a mujeres embarazadas y madres que acaban de dar a luz con la compra de alimentos sanos. Y cada semana que se extienda el cierre, se negarán análisis clínicos a unos diez niños enfermos de cáncer debido a recortes en el Instituto Nacional de Salud.

El cierre del gobierno ha provocado también la clausura de edificios federales en todo el país. Han cerrado sus puertas sitios nacionales emblemáticos como la Estatua de la Libertad y el Monumento a Lincoln. El martes, un grupo de veteranos de edad avanzada no respetó las vallas recientemente instaladas e ingresó por su cuenta al Memorial Nacional a la Segunda Guerra Mundial. En lo que los críticos calificaron como estrategia publicitaria por parte de los republicanos responsables de haber provocado el cierre, un grupo de legisladores de la Cámara de Representantes acompañó a los veteranos.

Mientras se inicia el cierre gubernamental, una faceta clave de la ley de reforma de la salud del Presidente Barack Obama entró en vigencia en todo el país. Por primera vez, los estadounidenses pueden adquirir seguro de salud en mercados federales y de los estados. Casi tres millones de personas visitaron el sitio web federal HealthCare.gov, mientras que el sitio del estado de Nueva York afirma haber tenido más de diez millones de visitas. El intenso tráfico provocó importantes problemas técnicos, con largas esperas y mensajes de error que impedían el acceso de los usuarios. Junto a estadounidenses sin seguro que estaban en la Casa Blanca, el Presidente Obama dijo que a pesar de los obstáculos iniciales, “Obamacare” llegó para quedarse.

El Presidente Obama dijo: “Para ellos, y para millones como ellos, este es un día histórico por una buena razón. Se veía venir. Pero hoy, los estadounidenses que no podían tener seguro pueden visitar HealthCare.gov y suscribirse a nuevos planes asequibles que ofrecen cobertura de calidad. Esto empieza hoy”.

Al tiempo que se iniciaron la suscripción a “Obamacare” y el cierre gubernamental, el Departamento del Tesoro anunció oficialmente que el 17 de octubre vence el plazo para ampliar el tope de deuda en Estados Unidos. El gobierno federal se quedará sin dinero para pagar sus deudas a menos que los legisladores eleven el límite para pedir dinero del país. Los republicanos también amenazaron con impulsar la derogación de “Obamacare” en el debate sobre el tope de deuda. En un intento de centrarse en el impasse del Congreso, el Presidente Obama canceló sus escalas en Malasia y Filipinas como parte de su próximo viaje a Asia.

Un enfermo terminal que estaba preso fue liberado en Luisiana luego de purgar casi 42 años en aislamiento, un período más prolongado que cualquier otro preso de Estados Unidos. Herman Wallace y dos hombres más, conocidos como los Tres de Angola, fueron confinados en aislamiento en 1972 por el homicidio de un guardia de prisión. Los Tres de Angola y sus partidarios dicen que fueron incriminados por su activismo político como integrantes de una de las primeras secciones en prisión de los Panteras Negras. En un giro inesperado, Wallace fue liberado el martes, luego de que un juez federal anulara su condena alegando que no había tenido un juicio justo. Wallace, que está al borde de la muerte debido a un cáncer hepático avanzado, fue trasladado directamente a un hospital de Nueva Orleáns, donde sus partidarios celebraron su llegada. Haga click acá para ver nuestra cobertura del caso.

Y un ex militar guatemalteco fue hallado culpable de fraude inmigratorio por ocultar su papel en una masacre perpetrada en 1982. El martes, un jurado federal condenó a Jorge Vinicio Sosa Orantes por mentir sobre su participación en la matanza de 250 civiles en la aldea guatemalteca de Dos Erres. Como teniente de las célebres fuerzas especiales de los kaibiles, se dice que Sosa supervisó el exterminio de los aldeanos de Dos Erres y que presuntamente ordenó a su unidad que arrojara a los bebés a un pozo. El procesado enfrenta diez años de cárcel, la revocación de su ciudadanía estadounidense y la posible deportación a Guatemala.