Hoy la mirada del mundo financiero se fija en Chipre, la pequeña isla del Mediterráneo, donde el gobierno acaba de negociar con funcionarios europeos un desesperado rescate financiero por un monto de trece mil millones de dólares, para tratar de contener el colapso del sector bancario chipriota. Según el acuerdo, todos los depósitos bancarios por encima de 130 mil dólares serán congelados y utilizados para pagar las deudas del sector bancario. Una versión anterior del acuerdo fracasó la semana pasada cuando los chipriotas salieron a la calle a protestar contra un impuesto de hasta un diez por ciento sobre sus ahorros de toda la vida. El plan provocó manifestaciones masivas, así como desesperados retiros de depósitos bancarios que los chipriotas salieron a proteger. “Es una manifestación del poder del pueblo en este pequeño rincón del mundo; algo que es muy impresionante y constituye la base, creo, para ser un poco optimistas en torno a la oposición”, afirma Richard Wolff, profesor emérito de economía de la Universidad de Massachusetts, Amherst, y profesor visitante de New School University, además de autor de varios libros, entre ellos uno de reciente publicación, “Democracy at Work: A Cure for Capitalism” (El funcionamiento de la democracia: un remedio para el capitalismo).