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Publicado el 12 de julio de 2013
Amy Goodman
Un micrófono encendido y un radiotransmisor en manos de un líder comunitario imparten poder. Hay quienes lo comparan con el efecto transformador del descubrimiento del fuego. Por ese motivo, la posibilidad de que existan 1.000 nuevas radios comunitarias en Estados Unidos, para lo cual la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) recibirá solicitudes en octubre, es fundamental y urgente.
Los trabajadores rurales que deben realizar su labor bajo el intenso calor de los campos de Florida, cerca de la remota localidad de Immokalee, trabajaban en condiciones que el fiscal estadounidense Doug Molloy describió como “lisa y llana esclavitud”. Algunos trabajaban de sol a sol, bajo la vigilancia de guardias armados, y percibían un salario de tan solo 20 dólares a la semana. Hace veinte años se organizaron y formaron la Coalición de Trabajadores de Immokalee. Diez años más tarde, con la colaboración del Proyecto Radial Prometheus, una organización sin fines de lucro de Filadelfia, los trabajadores inauguraron su propia radio comunitaria, denominada Radio Consciencia, para servir a la comunidad de agricultores e informar, movilizar y ayudar a los trabajadores en dificultades a forjar una vida mejor.
Mientras las empresas que son propietarias de los medios más grandes del planeta se han consolidado en los últimos veinte años, lo que provocó una concentración del poder de los medios en pocas manos, se ha producido un florecimiento poco difundido de los pequeños medios locales. Un elemento fundamental de este sector son las radios comunitarias, que en Estados Unidos surgieron del movimiento denominado Low-Power FM o movimiento de FMs de baja potencia. En octubre de este año, los grupos comunitarios de Estados Unidos tendrán una oportunidad única en toda una generación de solicitar a la Comisión Federal de Comunicaciones una licencia de radio para instalar una FM de baja potencia. Sin embargo, los medios masivos prácticamente no informan acerca de este importante acontecimiento.
“Se trata de una oportunidad histórica para las comunidades de todo el país de tener una voz en el aire”, afirmó Jeff Rousset, líder nacional del Proyecto Radial Prometheus. “Se supone que las ondas de radio pertenecen a la población. Esta es la oportunidad de los grupos comunitarios de ser propietarios y tener el control de sus propios medios”. Prometheus se creó en 1998 y lleva su nombre en honor al héroe de la mitología griega que le dio el fuego a los seres humanos para hacerles la vida más fácil.
En las décadas de 1980 y 1990, decepcionadas por el fracaso del sistema de medios comerciales y públicos, a los que las comunidades tenían cada vez menos acceso y que aparentemente estaban reservados a las empresas y los grupos de interés, algunas personas lanzaron radios “piratas” en comunidades de todo el país. Estas radios se denominaban así debido a que no contaban con una licencia de la FCC. Tras la persecución de agentes federales a las radios que intentaban transmitir, los fundadores de las llamadas radios ‘piratas’ crearon Prometheus, una iniciativa para cambiar las leyes federales y abrir el dial a una nueva generación de radios comunitarias no comerciales. Después de quince años de lucha, ganaron la batalla. Jeff Rousset me dijo: “Vamos a convertir la estática en sonido y utilizarlo para amplificar las voces de la gente de todo el país”.
Lejos de Immokalee, en el otro extremo del país, trabajadores rurales de la localidad de Woodburn, Oregon, luchaban contra las malas condiciones de trabajo, similares a las de los recolectores de tomate y sandía de Florida. La mayor organización latina de Oregon, Pineros y Campesinos Unidos del Noroeste (PCUN), fundó una radio de baja potencia denominada Radio Movimiento. El presidente de PCUN, Ramón Ramírez, explicó en Democracy Now!: “Somos parte del movimiento que lucha para convencer al Congreso de que abra las ondas de radio a las organizaciones comunitarias, los sindicatos y los grupos por los derechos de los inmigrantes, para que puedan utilizarlos como herramienta para organizarse, y Radio Movimiento: La Voz del Pueblo es nuestra emisora de radio, fundada con la ayuda del Proyecto Radial Prometheus. Hemos podido utilizarla no solo como herramienta de organización de los trabajadores rurales (somos el Sindicato de Trabajadores Rurales de Oregon), sino también para brindar información y dar voz a quienes nunca la tuvieron. Por ejemplo, transmitimos en cuatro lenguas indígenas de México y América Central y les damos a esas personas una voz en la comunidad que nunca antes tuvieron”.
Cuando estaba cubriendo el levantamiento Zapatista en Chiapas, México en 1994, asistí a la primera conferencia de prensa realizada por los comandantes zapatistas, entre ellos el Subcomandante Marcos y la Comandante Ramona. Convocaron la conferencia específicamente para los periodistas radiales mexicanos. La radio, afirmó Marcos, es la forma más accesible de comunicación masiva. Hasta la localidad más pobre tiene al menos una radio alrededor de la cual la gente puede reunirse, sostuvo.
En la actualidad se ha atribuido, con razón, a las redes sociales como Twitter y Facebook el haber sido un apoyo fundamental de movimientos sociales como la Primavera árabe. Sin embargo, la mayoría de las personas en Estados Unidos se informa a través de los medios tradicionales, fundamentalmente la radio y la televisión, especialmente en el caso de grupos que están aislados por causa de la llamada “brecha digital”: los pobres, los inmigrantes y otras comunidades marginadas.
Las solicitudes para la apertura de nuevas radios FM de baja potencia deberán realizarse en octubre y es preciso una importante planificación del grupo solicitante si desea que su propuesta sea aprobada. Los trabajadores de Oregon no tenían conocimientos de radio. Prometheus reclutó a 300 activistas de los medios de todo el mundo para que los ayudaran a salir al aire mediante la realización de una minga comunitaria. Los activistas voluntarios literalmente construyeron la emisora desde los cimientos.
Las ondas de radio son un tesoro público que debemos recuperar. El Proyecto Radial Prometheus te está esperando.
Denis Moynihan colaboró en la producción periodística de esta columna.
© 2013 Amy Goodman
Texto en inglés traducido por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.
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