Ucrania se retractó de lo declarado en relación a haber acordado un alto el fuego con Rusia. La oficina del presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, en un principio dijo que estaba de acuerdo con su par ruso, Vladimir Putin, sobre los pasos para alcanzar un alto el fuego con los rebeldes pro rusos en el este de Ucrania. Pero el Kremlin después negó haber acordado un alto el fuego, al decir que no está en condiciones de hacer un acuerdo porque no participa en los enfrentamientos. Ucrania acusó a Rusia de participar directamente en la violencia en medio de una reciente escalada. La confusión se produce mientras el presidente Obama visita la ex república soviética de Estonia antes de una importante cumbre de la OTAN a realizarse en Gales. El martes, el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, delineó los planes de la OTAN de expandir su presencia en el este de Europa. Ucrania y la OTAN acusaron a Rusia de mandar tropas armadas a Ucrania, pero Rusia negó que sus tropas participaran en los enfrentamientos que tienen lugar en esa zona. Nos acompaña Jack Matlock, embajador estadounidense ante la Unión Soviética de 1987 a 1991.
Transcripción
AMY GOODMAN: Pasamos ahora a la crisis en Ucrania que, desde el mes de abril, registra más de 2.600 personas muertas. El gobierno ucraniano anunció hoy que su presidente había acordado con el presidente ruso, Vladimir Putin, una serie de medidas para alcanzar un alto el fuego con los rebeldes pro rusos del este de Ucrania, pero el Kremlin negó que se hubiera formalizado acuerdo alguno para una tregua. Inicialmente, el sitio web de la presidencia ucraniana había afirmado que se había alcanzado un alto el fuego permanente, pero luego dicha declaración fue retirada.
Esta confusión sucede justo en el momento en que el presidente Obama está visitando la ex república soviética de Estonia de camino a una importante cumbre de la OTAN en Gales. El martes, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, presentó el plan de la OTAN para ampliar su presencia en Europa del Este.
SECRETARIO DE PRENSA JOSH EARNEST: El plan de Estados Unidos, en cooperación con nuestros países aliados, es aumentar significativamente la disponibilidad de una fuerza de la OTAN con capacidad de reacción para asegurar que la alianza esté preparada para responder a tiempo a las amenazas. Esto significa implementar capacitaciones, entrenamientos y discusiones acerca del tipo de infraestructura más adecuada para los países bálticos, para Polonia, para Rumania y otros países de Europa oriental, en un contexto en el que se enfrentan a nuevas preocupaciones sobre las intenciones rusas.
AMY GOODMAN: Ucrania y la OTAN acusan a Rusia de enviar tropas blindadas a Ucrania, pero Rusia niega que sus tropas estén involucradas en el combate. Durante la semana pasada, los rebeldes apoyados por Rusia realizaron una serie de incursiones en el este de Ucrania. El lunes tomaron el control del aeropuerto de la ciudad de Luhansk y ahora están tomando por asalto el aeropuerto de Donetsk, la más grande de las ciudades que tienen bajo control. El martes, un periódico italiano publicó que Putin le había dicho al presidente saliente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, que si quisiera, podría tomar la capital de Ucrania, Kiev, en un término de dos semanas. El Kremlin dijo que el comentario fue reproducido fuera de contexto.
Estamos con Jack Matlock, que ha sido embajador de EE.UU. en la antigua Unión Soviética entre 1987 y 1991. Es autor de varios libros, entre ellos: “Superpower Illusions: How Myths and False Ideologies Led America Astray—And How to Return to Reality (Ilusiones de una superpotencia: los mitos y las falsas ideologías que llevaron a Estados Unidos por mal camino). También escribió: “How to Return to Reality” (Cómo volver a la realidad) y “Reagan and Gorbachev: How the Cold War Ended”. (Reagan y Gorbachov: Cómo fue que terminó la Guerra Fría). Embajador Matlock, le damos la bienvenida a Democracy Now! Según su opinión, ¿qué es lo más importante tener en cuenta para entender lo que está sucediendo en Ucrania hoy?
JACK MATLOCK: Bueno, creo que una de las cosas más importantes que es necesario entender es que, en términos prácticos, los ucranianos y los rusos tienen que ponerse de acuerdo en cuál sería la manera aceptable para actuar dentro de Ucrania. Esa es la verdad. Y podemos hablar todo lo que queramos acerca de lo inadmisible que es que Rusia intervenga, pero lo cierto es que van a seguir interviniendo hasta que estén seguros de que no hay perspectivas de que Ucrania se convierta en miembro de la OTAN. Y todas las amenazas de la OTAN y esos planes para aumentar las defensas en otros países del este, para los rusos son simples provocaciones. O sea, no estoy diciendo que eso esté bien, sólo estoy diciendo que esa es la forma en que Rusia va a reaccionar. Y, francamente, todo esto era predecible. Quienes colaboramos con las negociaciones para el fin de la Guerra Fría, durante la década de 1990 dijimos, casi por unanimidad: “No expandan la OTAN hacia el este. Encuentren una manera diferente de proteger a Europa del Este, una manera que incluya a Rusia. De lo contrario, en algún momento va a haber una confrontación, porque para cualquier gobierno ruso hay una línea roja, que no se puede cruzar en lo que se refiere a Ucrania y Georgia, y otras de las repúblicas de la ex Unión Soviética”.
AMY GOODMAN: El Domingo…
JACK MATLOCK: Sólo agregaría que la excepción a esto son los tres estados bálticos. Esos fueron un caso especial.
AMY GOODMAN: El domingo, el presidente ruso Vladimir Putin pidió que se llevaran a cabo de manera inmediata negociaciones sobre la soberanía territorial del sur y el este de Ucrania. El lunes, Putin reprochó al liderazgo de Kiev el haberse negado a sostener un diálogo político directo con los separatistas. Estas fueron sus palabras.
PRESIDENTE VLADIMIR PUTIN: ¿Cuál es la esencia de la tragedia que está sucediendo ahora en Ucrania? Creo que su motivo principal es que el actual liderazgo de Kiev no quiere sostener un diálogo político sustancial con la región este de su país. De modo que en este momento, en mi opinión, comienza un proceso muy importante, un proceso de conversaciones directas. Hemos trabajado en esto durante mucho tiempo y lo hemos acordado con el presidente Poroshenko en Minsk. Comenzaremos a tener —o a renovar, para ser precisos— este tipo de contacto.
AMY GOODMAN: Embajador Matlock, ¿Cuál es el significado de las afirmaciones del presidente Putin?
JACK MATLOCK: Bueno, a mí sí me parece que, en términos prácticos, es necesario que haya un acuerdo entre Rusia y los ucranianos en cuanto a cómo resolver este problema. No se va a resolver en el plano militar. Así que la idea de que deberíamos dar un mayor apoyo militar al gobierno de Ucrania, lo que hace es simplemente exacerbar el problema. Y el problema de base es que Ucrania es un país con divisiones profundas. Y mientras haya un grupo que intente imponer su voluntad sobre el otro, que es lo que viene sucediendo desde febrero —los nacionalistas ucranianos del oeste vienen tratando de imponer su voluntad en el este— bueno, los rusos no van a permitir eso. Y esa es la verdad. Así que sí, simplemente es necesario que haya un acuerdo.
Y la mayor parte de la, por decir, influencia de Occidente en sus intentos de ayudar a los ucranianos defendiéndolos, digamos, contra los rusos, tiende a ser provocadora. Porque, bueno, Putin tiene razón: si lo decidiera, podría tomar control de Kiev. Rusia es una potencia nuclear. Y en Rusia sienten que hemos ignorado esa realidad, que los hemos insultado una y otra vez y que ahora estamos queriendo convertir a Ucrania, que está justo a su lado, en un títere de EE.UU.. Y bueno, usando ese tipo de psicología, él gana una popularidad sin presedentes a los ojos de los rusos, al resistir esta avanzada. Así que me parece que tenemos que entender que, nos guste o no, los ucranianos van a tener que llegar un acuerdo que sea aceptable para ellos si quieren mantener su unidad.
AMY GOODMAN: El jueves, en una conferencia de prensa, el presidente Obama dijo que EE.UU. colaborará con sus aliados de la OTAN para hacer frente a la crisis en Ucrania, pero descartó emprender una acción militar contra Rusia.
PRESIDENTE BARACK OBAMA: Seguiremos firmes junto a nuestros aliados y socios, sosteniendo que lo que está ocurriendo está mal, que existe una solución que permite a Ucrania y Rusia vivir en paz. Pero no veremos una confrontación militar entre Rusia y Estados Unidos en la región. Recuerden, sin embargo, que estoy a punto de asistir a una conferencia de la OTAN. Ucrania no es miembro de la OTAN, pero varios de sus países vecinos sí lo son. Y en la OTAN tomamos muy en serio el compromiso de defendernos unos a otros, establecido en nuestro artículo 5.
AMY GOODMAN: Escuchábamos al presidente Obama. Embajador Jack Matlock, bueno, usted dice que Rusia se siente muy amenazada por la posibilidad de que Ucrania se integre a la OTAN. En Estados Unidos, la mayoría de la gente no creo que entienda lo que significa políticamente la OTAN. No es algo a lo que la gente le dé importancia. ¿Por qué la OTAN es una amenaza tan grande? ¿Y cuál es el acuerdo al que se había llegado originalmente con respecto a la OTAN con Ucrania y con los países bálticos —Lituania, Letonia y Estonia— que es donde el presidente Obama está en este momento?
JACK MATLOCK: Bueno, estos países sí son miembros de la OTAN. Ellos serían defendidos ante cualquier ataque. Rusia no los está amenazando militarmente. Por supuesto, a ellos los defenderíamos porque son miembros de la OTAN. Ucrania no es miembro de la OTAN. Y si bien reaccionamos como si lo fuera y tuviera derecho a pedir nuestra cooperación para defenderse de Rusia, en realidad no es así. Son casos diferentes. Y bueno, decir que es necesario aumentar nuestra presencia militar en los países bálticos, refuerza la percepción de Rusia de que debe evitar a toda costa que Ucrania se convierta en miembro, porque si llega a serlo, entonces van a poner bases estadounidenses en Ucrania, van a poner bases navales estadounidenses en el Mar Negro. Este es su temor. Y me parece que no es necesario proteger a los países bálticos, ya que no están siendo amenazados por Rusia, y que hacerlo puede generar una reacción más fuerte de los rusos hacia los ucranianos, en cuanto a sus exigencias sobre Ucrania. Y sin embargo, bueno, estamos yendo por ese camino, claramente. Los estonios y otros países sienten que podrían verse amenazados. Y creo que no hay duda de que, siendo miembros de la OTAN, serían defendidos por Estados Unidos. Y a ellos, Rusia no va los va a desafiar militarmente. Pero si va a hacer todo lo que considere necesario para impedir que Ucrania llegue a estar también en esa situación.
AMY GOODMAN: ¿Cómo ve las declaraciones de funcionarios de la OTAN acerca de sus planes para aprobar la formación de una fuerza con una rápida capacidad de reacción? Que sería, bueno, una fuerza con 4.000 miembros, que podría desplegarse rápidamente en Europa del Este ante lo que ellos llama una conducta agresiva de parte de Rusia.
JACK MATLOCK: Bueno, no se a qué comportamiento agresivo se refieren, en lo que respecta a los países bálticos. Y, nuevamente, creo que es innecesario y que contribuye a que los rusos se pongan aún más intransigentes con respecto a Ucrania.
AMY GOODMAN: Háblenos acerca del acuerdo inicial entre la OTAN y Rusia. Volvamos hacia atrás, para poder entender cuál fue el acuerdo que se estableció entre Rusia y los países aliados en la OTAN.
JACK MATLOCK: Bueno, cuando cayó el Muro de Berlín, cuando Europa oriental comenzó a tratar de liberarse del régimen comunista, el primer Bush presidente, George Herbert Walker Bush, se reunió con Gorbachov en Malta y emitieron una declaración muy importante. El primer punto fue que ya no éramos enemigos. El segundo era que la Unión Soviética no intervendría en Europa oriental para mantener el régimen comunista. Y por su parte, Estados Unidos no tomaría ventaja de eso.
Ahora bien, esto fue, se podría decir, un pacto de caballeros entre Gorbachov y el presidente Bush. Del que se hicieron eco otros líderes políticos occidentales; el primer ministro británico, el canciller alemán, el presidente francés. Mientras se negociaba la reunificación de Alemania, la pregunta era: ¿Puede la Alemania reunificada permanecer en la OTAN? Al principio, Gorbachov dijo: “No, si se unifican, tienen que salir de la OTAN”. Y ahí le dijimos: “Mira, deja que se unifiquen. Deja que se queden en la OTAN. Y nosotros no extenderemos la OTAN al territorio de Alemania oriental”. Pero bueno, resultó que legalmente eso no se podía hacer, así que el acuerdo final fue que Alemania entera se quedaría en la OTAN, pero el territorio de Alemania Oriental estaría en una situación especial, no podrían entrar allí tropas extranjeras; o sea, ninguna tropas no alemana, ni armas nucleares. Y bueno, más adelante -en ese momento estaba vigente el Pacto de Varsovia. Europa del este no entraba específicamente en ese diálogo. Pero las declaraciones se hicieron en términos muy generales. En un momento, el Secretario de estado Baker le dijo a Gorbachov que la jurisdicción de la OTAN no se movería ni una pulgada hacia el este. Bueno, él lo estaba pensando en referencia a la RDA, pero no lo dijo específicamente.
De modo que, sí, cuando yo era embajador de Estados Unidos en Moscú, en 1991, si me hubieran preguntado: “¿Hay un acuerdo de que la OTAN no se extenderá hacia el este?” Yo hubiera dicho: “Sí, así es”. Sin embargo, no fue un compromiso establecido jurídicamente, y se podría decir que al derrumbarse la Unión Soviética cualquier acuerdo que existiera podía no cumplirse. Pero en este caso, si pensamos en ello, si no había motivos para extender la OTAN cuando existía la Unión Soviética, aún menos motivos había después, cuando la Unión Soviética cayó y sólo estábamos hablando de Rusia. Y justamente, lo que nos motivó a muchos de nosotros —yo, George Kennan, muchos de nosotros— a manifestarnos en contra de la expansión de la OTAN en los ’90, fue precisamente querer evitar una situación como la que tenemos hoy. Era totalmente predecible. Si empezamos a extender la OTAN, a medida que se vaya acercando a Rusia, allí lo van a considerar como un acto hostil. Y van a poner el límite en algún punto, y van a hacer todo lo posible para evitar que se avance más allá de ese límite. Eso es lo que está sucediendo ahora.
AMY GOODMAN: Jack Matlock, le pedimos que se quede con nosotros un rato más. Jack Matlock fue embajador de EE.UU. en Moscú entre 1987 y 1991. Continuaremos con nuestra conversación después de la pausa, y también hablaremos sobre la decapitación del periodista independiente Steven Sotloff, en manos de ISIS, y la reacción de Estados Unidos en Irak. Quédense con nosotros.
Traducido por Rosario Vega. Editado por Veronica Gelman y Democracy Now! en Español