En octubre, miles de pobladores rurales de toda Nicaragua se congregaron en Managua, la capital del país, para protestar contra la construcción de un canal que conectaría los océanos Atlántico y Pacífico. El proyecto, de 50 mil millones de dólares, es de mayor envergadura que el Canal de Panamá y de realizarse, hasta 120.000 personas se verian desplazadas. Muchos nicaragüenses viajaron durante días para participar de la protesta. Según se informa, la policía bloqueó las carreteras en diferentes puntos, intentando evitar que los manifestantes lleguen a la capital. El agricultor Rafael Ángel Bermúdez es una de las voces que exigen la derogación de una ley de 2013 que permite a una empresa china expropiar tierras para construir el canal. Hablamos del tema con el responsable nicaragüense de las negociaciones sobre cambio climático, Paul Oquist.