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En su emisión desde Francia, Democracy Now! viaja a Calais, una ciudad ubicada a una hora y media al norte de París, donde se encuentra el mayor campo de refugiados del país. Entre seis y siete mil personas acampan en tiendas improvisadas. Su objetivo es llegar a Gran Bretaña y todas las noches algunos de ellos se disponen a lo largo de la ruta que conduce al túnel del Canal, para tratar de saltar a los camiones y así cruzar a Gran Bretaña. Nos reunimos con Majd, un sirio de 21 años de edad, una de miles de personas varadas en ese campamento. Majd cuenta cómo un sudanés llamado Joseph murió hace poco cuando fue atropellado por un auto en la autopista. El sábado, residentes del campamento protestaron porque la policía no había detenido al conductor, con carteles que decían “Somos humanos, no perros” y “¿Qué deben hacer los sobrevivientes de las guerras para vivir en paz?” Esto se produce mientras el mundo enfrenta el mayor éxodo de gente desde la Segunda Guerra Mundial. El lunes, la ONU pidió $20 mil millones de dólares en ayuda monetaria adicional, al afirmar que en la actualidad los niveles de financiamiento de la ONU no “puede proporcionar ni siquiera el mínimo de protección básica y asistencia de socorro”. Funcionarios de la ONU mencionaron las guerras en Siria, Afganistán, Irak, Yemen y Sudán del Sur como una de las principales razones por las que hay casi sesenta millones de personas desplazadas a la fuerza en todo el mundo. La mayor comunidad de desplazados está compuesta por cuatro millones de refugiados sirios que huyeron de su país por el actual conflicto.
Transcripción
AMY GOODMAN: Estamos retransmitiendo desde la cumbre sobre el cambio climático de la ONU en París, Francia. Hoy comenzamos el programa hablando de la crisis de refugiados, el mayor éxodo de personas desde la Segunda Guerra Mundial. Este lunes, Naciones Unidas pidió 20 mil millones de dólares en ayuda adicional, argumentando que con los actuales niveles de financiación Naciones Unidas “es incapaz de proporcionar incluso la más mínima protección básica y asistencia vital”. Funcionarios de la ONU citaron las guerras en Siria, Afganistán, Irak, Yemen y Sudán del Sur como una de las principales razones por las que hay cerca de 60 millones de personas desplazadas por la fuerza en el mundo. La comunidad desplazada más grande es la siria, con 4 millones de refugiados forzados fuera de las fronteras de Siria por el actual conflicto. La semana pasada, después de un polémico debate de 10 horas de duración, el Parlamento británico votó para autorizar ataques aéreos contra Siria. El bombardeo comenzó a las pocas horas.
Sólo unos días más tarde, Democracy Now! viajó una hora y media al norte de París hasta el campo de refugiados de Calais, el mayor campo de refugiados de Francia. Entre seis y siete mil personas viven allí, acampados en improvisadas tiendas de campaña. Su objetivo es llegar a Gran Bretaña. Y cada noche la gente se posiciona a lo largo de la carretera que va al Eurotunel, donde intentan cruzar hacia Gran Bretaña saltando encima o dentro de camiones o camionetas. Hace unos días, un hombre sudanés llamado Joseph murió al ser atropellado por un coche en la carretera. El sábado, mientras estábamos en el campamento de refugiados de Calais, los residentes estaban protestando porque la policía no había detenido al conductor. Las personas llevaban pancartas que decían “Somos seres humanos, no perros” y “¿Qué tienen que hacer los sobrevivientes de la guerra para vivir en paz?”
AMY GOODMAN: Justo al lado del campo de refugiados hay un paso elevado, y hemos escuchado que un joven sudanés murió atropellado por un coche y el conductor no se detuvo. La gente está enfadada porque la policía no arrestó al conductor. Están sosteniendo carteles en árabe e inglés que dicen: “Nuestro destino aquí es desconocido”, “Hoy, Joseph. Mañana, ¿quién?” “¿Dónde está la ONU?” “Europa, ¿escuchas nuestra llamada desde Calais?” “Nuestro destino aquí es desconocido”.
¿Me puede decir su nombre y que es lo que hace aquí?
MAJD: Mi nombre es Majd. Soy de Siria. Estoy aquí, como todo el mundo. Soy un refugiado, escapé de la guerra. Sí, hace dos días había un refugiado en la autopista y alguien aquí en la carretera lo mató. Eso es un asesinato.
AMY GOODMAN: ¿Lo atropellaron?
MAJD: Sí, lo atropellaron en la carretera. Y sí, no es la primera vez. Pero es la primera vez que alguien ha muerto. Hay otros que están en el hospital. Aquí hay mucha violencia. El trato de la policía, el trato de los camioneros, no es bueno en absoluto.
AMY GOODMAN: ¿Qué dice su cartel?
MAJD: Dice: “Hoy, Joseph. Mañana, ¿quién?” Tal vez yo, tal vez alguien de mi país, alguno de mis amigos, alguien de mi familia.
AMY GOODMAN: ¿De dónde era Joseph?
MAJD: Joseph era de Sudán.
AMY GOODMAN: ¿Y dónde es usted?
MAJD: De Siria.
AMY GOODMAN: ¿Y cuándo llegó aquí?
MAJD: Hace dos meses.
AMY GOODMAN: ¿Y por qué está aquí?
MAJD: Estoy aquí para ir al Reino Unido.
AMY GOODMAN: ¿Para ir a dónde?
MAJD: Al Reino Unido.
AMY GOODMAN: Sí.
MAJD: Sí.
AMY GOODMAN: ¿Y dónde vivía usted en Siria?
MAJD: En Damasco.
AMY GOODMAN: ¿Y por qué se fue?
MAJD: Escapé de la guerra. No quiero morir. Esta guerra no es mi guerra. Todo el mundo está peleando en mi país. Así que escapé de la guerra. No quiero morir por nada.
AMY GOODMAN: ¿Cuántos años tiene?
MAJD: Veintiuno.
AMY GOODMAN: ¿Era estudiante?
MAJD: No, no. Yo estaba trabajando.
AMY GOODMAN: ¿Y qué es lo que estaba pasando en Damasco?
MAJD: Ahora en Damasco únicamente está el régimen de Assad. Están llevando a todos los jóvenes, los jóvenes varones, a la guerra. Tienen que ir al ejército. Sí, no hay civiles.
AMY GOODMAN: Dice que todo el mundo está atacando su país. ¿Quién?
MAJD: ¿Quién? Todos. Rusia, Estados Unidos, Irán. Todo el mundo. Sí.
AMY GOODMAN: Entonces ¿qué quiere hacer?
MAJD: Quiero simplemente vivir en paz y volver a ser como cualquier ser humano. Tener una familia, vivir seguro. Sólo eso.
AMY GOODMAN: ¿Está su familia en Siria?
MAJD: Sí, sí. Somos tres, dos hermanas y un hermano, un hermano pequeño.
AMY GOODMAN: ¿Ellos se quedaron allá?
MAJD: Sí, y mi padre y mi madre también están ahí.
AMY GOODMAN: ¿Y qué pensaron sus padres cuando usted se fue?
MAJD: Ellos sólo quieren que esté seguro. Ellos me dijeron que me fuera.
AMY GOODMAN: ¿Cree que los bombardeos rusos, sirios, franceses o británicos, salvarán a Siria?
MAJD: No, no, no. No es una solución. No se puede proteger a alguien matando a otra persona. ¿Sabe a lo que me refiero? No pueden detener las bombas aquí cuando están bombardeando Siria. No, no es una solución.
AMY GOODMAN: ¿Cuál es la solución?
MAJD: La solución no es dar armas a todo el mundo. Están dando armas al Ejército Libre, al régimen de Assad, al ISIS. No hacen más que dar armas y dinero, y los dejan luchar. ¡Dejad de enviar armas!
AMY GOODMAN: Reino Unido acaba de votar a favor de bombardear Siria. Usted quiere tratar de entrar en Reino Unido.
MAJD: Reino Unido o Estados Unidos. ¿Los gobiernos o las personas? ¿Quién vota? ¿Quién ha votado? Te lo pregunto. El gobierno… quiero decir, no es la gente. Voy a ir a Reino Unido a vivir con los civiles. No voy a ir con su gobierno.
AMY GOODMAN: Majd nos ha llevado a la casa que él y sus amigos han construido. ¿La construyeron con maderas?
MAJD: Maderas, sí.
AMY GOODMAN: ¿Y plásticos?
MAJD: Plásticos y algunas mantas.
AMY GOODMAN: ¿Cuánta personas duermen aquí?
MAJD: Tres.
AMY GOODMAN: Tres.
MAJD: Sí, dos en el suelo y uno en la cama, si se le puede llamar cama.
AMY GOODMAN: Háblenos sobre su vida cuando estaba en Siria, ¿donde vivía con su familia?, ¿a qué se dedicaba?, ¿a qué se dedican sus padres?
MAJD: Tenemos un edificio, todo un edificio. Mi familia vivía en el piso de arriba, y tienen una fábrica. Una fábrica de pinturas.
AMY GOODMAN: Una fábrica de pinturas.
MAJD: Una fábrica de pintura, sí. Fue bombardeada hace cinco años. Tenía una buena vida… coches, casas, fiestas y demás. Ahora lo hemos perdido todo.
AMY GOODMAN: Me sorprende que todavía pueda sonreír.
MAJD: Sí, tengo que hacerlo. Si no sonrío, será el fin de mi vida.
AMY GOODMAN: Puedo observar que en su teléfono tiene una foto de su familia. ¿Me la puede enseñar?
MAJD: Sí, ésta es mi familia: mi hermano pequeño y mi padre y mi hermana… hija… no sé cómo se dice.
AMY GOODMAN: ¿Cuánto tiempo se queda aquí la gente?
MAJD: La mayoría de ellos sobre… no hay un tiempo específico… Algunas personas, una semana; otras personas, un año.
AMY GOODMAN: ¿Y es legal? ¿Puede venir la policía y echarles de esta casa o esta carpa?
MAJD: Como dije, no hay nada especifico respecto a la policía. No es legal, pero no nos pueden echar. Es complicado. Lo llaman “la jungla”. Sí, el lugar donde viven los animales. Nos tratan como animales.
AMY GOODMAN: ¿Sabe la ONU que están aquí, que este campo de refugiados está aquí?
MAJD: Creo que somos invisibles para la ONU. No hemos visto a ninguno de ellos aquí. Y no hemos recibido ningún tipo de ayuda de ellos. Sí, los vi en Grecia y en otros países, pero aquí no hay nadie. No nos ven. No lo sé. Tal vez no les importa.
AMY GOODMAN: Escuchábamos a Majd. No quiso que usásemos su nombre completo porque teme por la seguridad de su familia en Damasco, Siria. Majd tiene 21 años de edad, es una de las miles de personas varadas en el campo de refugiados de Calais, al que muchos llaman “La Jungla”. Está a unas dos horas al norte de París. Todos ellos están esperando para entrar a Gran Bretaña.
Quiero dar un agradecimiento especial a Laura Gottesdiener, Nermeen Shaikh, Hany Massoud y Denis Moynihan. Estaremos de vuelta en el campamento de refugiados en un minuto.
[Pausa]
AMY GOODMAN: “Fronteras”, de M.I.A. Ella dirigió el video, que sigue a varios refugiados en su peligroso viaje a Europa. Esto es Democracy Now!, democracynow.org, el informativo de guerra y paz. Soy Amy Goodman.
Traducido por Frank Jimenez. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.