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Mientras Estados Unidos evalúa una gran escalada con posible ayuda militar a Ucrania, analizamos cómo la política estadounidense está ahora sembrando conflictos en todo Medio Oriente y norte de África. Libia es gobernada por dos gobiernos diferentes y la ONU advirtió sobre un posible “caos total” si las actuales conversaciones para la unidad fracasan. El régimen apoyado por Estados Unidos en Egipto sigue reprimiendo a los opositores políticos y hace poco cometió la peor matanza de manifestantes desde la asunción del general Abdel Fattah el-Sisi como presidente en el mes de junio del año pasado. Irak está terminando el mes más sangriento en años, mientras el secretario de defensa saliente, Chuck Hagel, dijo que EE.UU. podría tener que enviar tropas de infantería no combatiente para la actual campaña contra el grupo Estado Islámico. En Siria, donde en este momento hay la peor crisis humanitaria del mundo, EE.UU. dio marcha atrás en su pedido de salida del presidente Bashar al-Assad. En Líbano, la semana pasada se produjo uno de los enfrentamientos más violentos entre Hezbollah e Israel desde la guerra de 2006. El incidente fue seguido días después por un informe del periódico Washington Post que consignaba que la CIA y su par israelí, el Mossad, habían asesinado a un importante líder de Hezbollah hace siete años. Ahora una disputa por Irán llevó las relaciones entre el presidente Obama y el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu a su punto más bajo hasta el momento. Tras la muerte del rey Abdullah producida el mes pasado, Obama encabezó una gran delegación a Arabia Saudita en una importante muestra de apoyo de EE.UU. al nuevo régimen represivo. Y en Yemen, sigue la falta de certeza después de la renuncia del presidente Abdu Hadi presentada el mes pasado y con la amenaza de los rebeldes houthis de tomar el poder. Analizamos la situación de Medio Oriente y norte de África, y el papel de EE.UU. en los actuales conflictos, con Vijay Prashad, profesor de estudios internacionales en Trinity College.