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Integrantes del bloque demócrata en el Congreso están criticado abiertamente el secreto con que se llevan a cabo las negociaciones sobre el Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por su sigla en inglés), en momentos en que el presidente Obama está ejerciendo una fuerte presión para que se apruebe el polémico acuerdo. El gobierno de Estados Unidos está sosteniendo conversaciones con 11 países de América Latina y Asia para avanzar con el extenso acuerdo comercial, que abarca el 40% de la economía mundial. Pero la mayor parte de sus disposiciones se siguen manteniendo en secreto, al punto que la Casa Blanca consideró que una sesión informativa sobre el TPP tenía el carácter de “clasificada”. Ante esto, la representante de Connecticut Rosa DeLauro declaró que estas medidas eran “innecesariamente secretas”, señalando que “si el TPP fuera tan bueno para el empleo en Estados Unidos como dicen, no debería haber nada que ocultar”. Mientras tanto, Obama ha pedido recientemente al Congreso que sancione una legislación de “vía rápida” para agilizar la aprobación de acuerdos comerciales en el Congreso. Al respecto, la central sindical AFL-CIO anunció que va a retener las contribuciones a los demócratas en el Congreso como forma de presionarlos para que voten en contra de esta autoridad de vía rápida. Y algunos republicanos, respaldados por el Tea Party, consideran que no se puede confiar en Obama con la misma autoridad de negociación que tuvieron presidentes anteriores. La Casa Blanca ha invitado al primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a dar un discurso en una sesión conjunta del Congreso en los próximos meses, que podría usar para promover el TPP. Para ampliar esta información, hablamos con Lori Wallach, directora de la organización Public Citizen’s Global Trade Watch, que viene alertando hace tiempo sobre estas negociaciones. Según estima, el Congreso podría votar sobre la propuesta del TPP en la tercera semana de abril.
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