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El gobierno de Obama le otorgó a la empresa Royal Dutch Shell la aprobación final para reiniciar la búsqueda de petróleo y gas en el océano Ártico por primera vez desde el año 2012, a pesar de las protestas generalizadas por parte de grupos ambientalistas. La empresa Shell obtuvo permiso para realizar perforaciones por primera vez en el Ártico durante el gobierno de George W. Bush, pero las perforaciones se detuvieron en el año 2012 tras una serie de contratiempos. La decisión del Departamento de Interior se produce apenas unas semanas después de una protesta realizada en Portland, Oregon. La medida consistió en impedir de manera temporaria que la plataforma petrolera de Shell que iba con destino al Ártico no pudiera zarpar, dado que un grupo de activistas de Greenpeace se mantuvieron suspendidos desde un puente, impidiendo el movimiento del barco, mientras un grupo de activistas a bordo de kayaks bloquearon el paso por agua. Una coalición de grupos ambientalistas le insistió al gobierno de Obama a que diga no a la perforación en el Ártico, citando los peligros de un posible derrame de petróleo en esa región virgen y el impacto que la nueva extracción de petróleo tendría en el cambio climático. El Departamento de Interior aprobó la perforación en el Ártico antes del viaje que el presidente Obama tiene previsto hacer al Ártico a fin de mes. Obama se refirió al viaje durante un discurso reciente, en el que dio a conocer el plan para recortar las emisiones de carbono de las plantas de energía estadounidenses.
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