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En la Ciudad de México, miles de manifestantes continúan denunciando el asesinato del reportero gráfico Rubén Espinosa. Espinosa, que trabajaba para la destacada revista Proceso, fue asesinado por hombres armados junto a la activista por los derechos humanos Nadia Vera y otras tres mujeres el viernes en un apartamento en la Ciudad de México. Tanto Espinosa como Vera habían estado trabajando en el estado sureño de Veracruz, donde se ha visto un incremento en la violencia mortifera contra periodistas y activistas. Según los grupos de derechos humanos, el asesinato de Espinosa señala un nuevo nivel de violencia contra los periodistas mexicanos, ya que puede ser el primero en ser asesinado mientras estaba en exilio en la Ciudad de México. Conectamos con la Ciudad de México para hablar con Sebastián Aguirre, de la organización de derechos humanos Artículo 19, y Laura Carlsen, del Centro para la Política Internacional. También hablamos con Andalusia Knoll, periodista independiente que ha estado informando sobre los movimientos sociales y las violaciónes a los derechos humanos en México desde hace cinco años.
Transcripción
NERMEEN SHAIKH: En la Ciudad de México, miles de manifestantes continúan denunciando el asesinato del reportero gráfico Rubén Espinosa. Espinosa, que trabajaba para la destacada revista Proceso, fue asesinado por hombres armados junto a la activista de derechos humanos Nadia Vera y otras tres mujeres, en un apartamento en la Ciudad de México el viernes. Tanto Espinosa como Vera habían estado trabajando en el estado sureño de Veracruz, donde se ha visto un incremento en la violencia mortífera contra periodistas y activistas. Según los grupos de derechos humanos, el asesinato de Espinosa señala un nuevo nivel de violencia contra los periodistas mexicanos ya que puede ser el primero en ser asesinado mientras estaba en exilio en la Ciudad de México. En su última entrevista, habló con la revista Rompeviento sobre su exilio.
RUBÉN ESPINOSA: Me tuve que ir debido a la intimidación, no a causa de una amenaza directa en sí, sino por sentido común. Acaba de haber un ataque contra estudiantes, quienes fueron brutalmente golpeados con machetes y todo, y en esta situación, no podemos hacer menos, con cualquier tipo de amenaza o intimidación, porque no sabemos qué va a pasar. En Veracruz, no hay estado de derecho.
AMY GOODMAN: Rubén Espinosa es al menos el doceavo periodista que ha trabajado en Veracruz en ser asesinado desde 2011. Para más, vamos a la Ciudad de México, desde donde nos acompañan dos invitados. Sebastián Aguirre forma parte del grupo de defensa de los derechos humanos Artículo 19 y ayuda en la dirección de su Programa para la Protección y Seguridad de Periodistas. También nos acompaña Laura Carlsen, directora del Programa de las Américas del Centro para la Política Internacional con sede en Ciudad de México. Aquí en Nueva York, nos acompaña Andalusia Knoll, periodista independiente que ha estado informando sobre los movimientos sociales y las violaciones a los derechos humanos en México desde hace cinco años. Ella habló con Rubén Espinosa la semana pasada, justo antes de que lo mataran. Quiero empezar en la Ciudad de México con Sebastián. Usted ayudó a trasladar a Rubén Espinosa a la Ciudad de México para estar en exilio huyendo de la violencia y las amenazas en su contra en Veracruz. ¿Puede decirnos lo que usted cree que pasó?
SEBASTIÁN AGUIRRE: Correcto. Bueno, el caso de Rubén hay que entenderlo desde el contexto general de la violencia contra la prensa que tiene lugar en Veracruz. 14 periodistas han sido asesinados desde 2010, y ha habido una impunidad absoluta en todos esos casos. Por lo tanto, el temor fundado de Rubén era que él estaba seguro de que había una amenaza legítima en su contra, por lo tanto, tuvo que mudarse de Veracruz. Nosotros le ayudamos cuando se estableció en la Ciudad de México, y tratamos de animarlo para que entrara en el mecanismo federal de protección para los defensores de derechos humanos y periodistas. Pero hay que entender que también hay desconfianza por parte de la sociedad hacia las instituciones. En México, hay mucha desconfianza en la capacidad y la forma en que los periodistas van a ser protegidos, así que muchos periodistas no están confiando en las instituciones que realmente podría protegerlos. Y ese fue el caso de Rubén.
AMY GOODMAN: Laura Carlsen, no fue solamente Ruben el que fue asesinado. ¿Puedes hablar de las cuatro mujeres que fueron asesinadas con él, y quién se cree que los mató?
LAURA CARLSEN: Es correcto. Es muy importante tener esto en mente, porque, por supuesto, la cuestión del ataque a la libertad de expresión en el caso del reportero gráfico, Rubén Espinosa, es muy importante, pero Nadia Vera era un defensora de los derechos humanos en Veracruz. Ella trabajó con YoSoy132, la organización estudiantil en ese estado, y ella también había experimentado amenazas y ataques. De hecho, tan sólo ocho meses antes de su asesinato, ella grabó un mensaje, donde decía: “Yo responsabilizo al gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte, por cualquier cosa que me pueda pasar a mí y a mi familia”. Ella tenía razones para creer que estaba bajo amenaza, y ahora ha sido asesinada también. También conocemos el nombre de otra de las mujeres, Yesenia Quiroz, y hay otras dos mujeres, cuyos nombres se desconocen o no han sido publicados. Pero es muy importante tener esto en cuenta. El Frente para la Libertad de Expresión está pidiendo que la investigación incluya la posibilidad de que estamos ante delitos de femicidio, porque hay algunos indicios de que los asesinatos fueron acompañados por violación y tortura sexual a las mujeres, e incluir también el hecho de que estamos ante ataques no sólo a un periodista, pero también en contra de una defensora de los derechos humanos de la mujer.
NERMEEN SHAIKH: Bueno, pasemos a un video de la activista por los derechos humanos Nadia Vera hablando al medio de comunicación Rompeviento.
NADIA VERA: ¿Cuántos periodistas han sido asesinados sin que pase nada? ¿Cuántos estudiantes? ¿Cuántos activistas? ¿Cuántos defensores de derechos humanos han sido asesinados o han desaparecido? Tenemos un nivel impresionantemente alto de desapariciones, ¿verdad? Pero también tiene que ver con el tipo de personajes que tenemos gobernando.
NERMEEN SHAIKH: Esa era Nadia Vera hablando con Rompeviento. Laura Carlsen, ¿podría hablarnos del contexto que rodea todo esto? ¿Por qué es Veracruz un lugar tan peligroso para los periodistas y los activistas de derechos humanos? ¿Y qué cree usted que es probable que suceda ahora tras los horribles asesinatos de las cuatro mujeres así como del periodista en la Ciudad de México?
LAURA CARLSEN: Bueno, Veracruz es considerado como uno de los lugares más violentos del país, y esto ha sucedido porque ha habido una serie de crímenes. La actitud del Gobernador— incluso han habido declaraciones públicas de su parte, advirtiendo a los periodistas. Hay una actitud de “yo mando aquí, y no voy a tolerar ningún tipo de crítica o protesta”. Rubén Espinosa cubría los movimientos sociales y cubrió al gobierno reprimiendo a muchos de esos movimientos, muchas veces de forma violenta. Esto, por supuesto, afecta a su imagen, y por lo visto, también afectó a su ego personal. Y el contexto principal que se tiene es la impunidad, la disfunción absoluta en el sistema de justicia. Una vez que se envía un mensaje de que se puede matar, un gobernador o un gobierno que, según todos los indicios, parece estar involucrado en muchas de estas matanzas— ellos son los primeros sospechosos— envías un mensaje diciendo que esto se puede hacer con impunidad, entonces se crea una situación en el que todos— un defensor de derechos humanos, un periodista, todo el que protesta en contra de ese gobierno está bajo amenaza. Ha habido reportes sobre vigilancia. Rubén informó que estaba bajo vigilancia. Y lo que es realmente aterrador para muchos de nosotros aquí en la Ciudad de México ahora, es que la ciudad de México era considerada un refugio. Era considerada un refugio para las personas amenazadas. Y el hecho de que al parecer, o al menos, posiblemente, fue perseguido aquí en la Ciudad de México y asesinado en lo que se considera un barrio tranquilo en la capital del país, tal vez rompe el mito sobre la seguridad que muchos de nosotros teníamos aquí. Por lo tanto, no sabemos qué va a ocurrir a continuación. Por supuesto, hay una demanda de una investigación completa que tenga en cuenta todas las posibilidades. Hay mucho miedo de que el gobierno vaya a tratar de esconder esto bajo la alfombra. Ya se ha comenzado a decir eso: “Oh, eso fue un robo.” Bueno, este tipo de robos no ocurren, y hay demasiadas coincidencias en relación a las amenazas anteriores. Y hay comentarios de que como él estaba desempleado, y que esto no está relacionado con su trabajo como periodista. Pero habrá una presión constante de la sociedad civil para asegurarse de que se les dé una importancia primordial en la investigación a estos factores políticos y que la investigación llegue tan alto como tenga que llegar en términos de responsabilidades.
AMY GOODMAN: Andalusia Knoll, quiero incluirla en la conversación. Andalusia, usted conversó con Rubén Espinosa por Facebook antes de ser asesinado. ¿Correcto? ¿De qué hablaban?
ANDALUSIA KNOLL: Sí. En realidad, he estado informando sobre los periodistas, sobre el peligro al que se enfrentan en Veracruz durante los últimos tres años. Viajé para allá hace un par de años, y conocí a periodistas que eran igual que yo, jóvenes periodistas cubriendo movimientos sociales, algunos cubriendo temas de tráfico de drogas, y ya sabes, me di cuenta de que sus vidas estaban en peligro. Entonces empecé a informar sobre la situación. Y entonces, este año, cuando Moisés Sánchez fue asesinado, comencé a trabajar en un documental de Al Jazeera Plus y apenas había viajado a Veracruz para trabajar en este documental. Y luego, justo cuando nuestro documental estaba a punto de salir, vi que Rubén Espinosa estaba en exilio en la Ciudad de México, y él es amigo de muchos de mis amigos. Es tan peligroso ser periodista en México, que construimos redes para que podamos apoyarnos unos a otros y estar más seguros. Así que él era amigo de amigos, y lo contacté. Hablamos sobre el documental, y le dije: “Gracias por compartirlo”. Él dijo: “No, gracias a ti por hacerlo”. Y le dije: “Yo creo que jamás nos hemos conocido, ¿verdad? Sólo tenemos muchos amigos en común”. Él dijo: “No, pero espero que nos conozcamos. Ya sabes, es muy difícil estar en esta situación, y que aquí es donde necesitamos más solidaridad de la gente”. E hicimos planes para encontrarnos cuando regresara. Y un día después, fue asesinado junto a otras cuatro mujeres. Quiero decir, esto nos deja a todos en shock, esto no son sólo periodistas, no son sólo activistas. Esto es cualquiera. Ahora, cada persona que conozco en México se siente muy vulnerable al saber que si se expresa cualquier opinión disidente uno puede acabar asesinado.
AMY GOODMAN: Vamos a pasar a tu documental hecho para AJ+. Empieza con Jorge Sánchez, hijo de Moisés Sánchez, el periodista que se encontró decapitado a principios de este año tras reportar sobre la corrupción y la violencia en Veracruz para el periódico semanal La Unión. En este video, también escuchamos al periodista Félix Márquez. Empieza con el hijo de Moisés, Jorge Sánchez.
JORGE SÁNCHEZ: Soy Jorge Sánchez, hijo de Moisés Sánchez, el periodista que fue asesinado el 2 de enero de 2015. Desde muy joven se interesó por la cuestión del activismo social, por la cuestión de informar. Utilizaba todas las herramientas que tenía a su mano, una de ellas era el periódico, La Unión.
MOISÉS SÁNCHEZ: Noticias del Ayuntamiento de Medellín, aquí, el semanario informativo La Unión. Próximamente–
FELIX MARQUEZ: La Unión nace a raíz de Moisés Sánchez para difundir las historias que no se difunden en los medios de comunicación que son cooptados por el sistema. Este es el periodismo que debería de existir, el periodismo ideal, es el periodismo apegado a la gente. Es un medio que estamos utilizando como bandera Creo que nadie de nosotros estudió periodismo para cubrir la muerte de sus compañeros. La idea es hacer una serie, es retomar los objetos de los periodistas que han sido asesinados, revivir un poco la esencia de quién era cada quien. Buscar los objetos que representen, por ejemplo en este caso Moisés Sánchez.
JORGE SÁNCHEZ: Ahí tenemos un altavoz que generalmente usaba. Tiene uno chiquito que ahí lo tenemos todavía, que es el que se llevaba a las manifestaciones. Lo que mi padre hacía era precisamente eso, exponer los actos de corrupción de la policía.
FELIX MARQUEZ: Él estaba poniendo en evidencia a las autoridades de Medellín de Bravo, que no estaban haciendo bien su trabajo. Algunos personajes de la política en el estado no les parecía.
JORGE SÁNCHEZ: Ya le habían advertido que el alcalde le pensaba dar un susto.
FELIX MARQUEZ: Moisés fue secuestrado por la noche, delante de su familia. Fue asesinado.
JORGE SÁNCHEZ: Hoy el alcalde, dice su abogado que ya no está en Veracruz, que ya se ha ido del estado. Y hay muchas anomalías en esta investigación. Son las mismas anomalías que hay en todas las investigaciones contra periodistas, donde no investigan, no hacen su trabajo. Ellos no hacen su trabajo. Después de que pasó el hecho, nos pusieron seguridad, y si se me hace raro que son precisamente ellos los que no hicieron nada cuando se llevaron a mi padre, y precisamente son los que nos están cuidando. Se supone que deberían de estar encerradas otras personas y no nosotros. Pero así funciona esto. Los criminales andan libres, y nosotros tenemos que estar encerrados.
FELIX MARQUEZ: Mucha gente trabaja para vivir, en Veracruz parece estamos trabajando para morir en el periodismo.
JORGE SÁNCHEZ: Si ya te dijeron que te van a matar, ¿por qué sigues publicando? Y él siempre decía: “No se puede vivir con miedo. Si vives con miedo, nunca van a cambiar las cosas”.
FELIX MARQUEZ: Su familia ha estado muy activa para exigir justicia en este caso y castigo a los culpable
JORGE SÁNCHEZ: En Veracruz es peligroso decir la verdad. Yo sé que a mí me van a matar. Es más que evidente. Pero la otra opción es quedarnos callados y que esto se vuelva a repetir.
FELIX MARQUEZ: La lucha que nosotros tenemos es detrás de las cámaras, es detrás de las plumas, es informando con la verdad y a la sociedad que en realidad son nuestros jefes.
AMY GOODMAN: Ese era el fotoperiodista Félix Márquez, antes de eso, Jorge Sánchez, hijo de Moisés Sánchez, quien fue encontrado decapitado a principios de este año tras informar sobre la corrupción y la violencia en Veracruz por su periódico semanal, La Unión. Este reporte fue producido por nuestra invitada de hoy, la periodista independiente Andalusia Knoll. Sebastián Aguirre, tú trabajas con Artículo 19, que es parte de la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas que garantiza la libertad de prensa, la libertad de expresión. ¿Qué está exigiendo ahora en México? ¿Qué le está exigiendo al presidente? Piensa que el Presidente Peña Nieto tiene alguna responsabilidad en esto.
SEBASTIÁN AGUIRRE: Bueno, definitivamente hay una respuesta— nuestras demandas son muy claras. Es básicamente, que investiguen todas las agresiones contra periodistas en todo el país, porque no es sólo en Veracruz. Podemos hablar de Guerrero. Podemos hablar de Oaxaca. Hemos documentado siete asesinatos sólo en este año. Y este año fue año de elecciones, así que imagínense, cuando se supone que como país debemos practicar democracia, estamos viendo está cantidad de violencia contra la prensa. Por lo tanto, nuestras demandas son muy claras: una investigación completa de todas las agresiones contra periodistas. Tenemos un fiscal especial, una fiscal para crímenes contra la libertad de expresión, que nunca han presentado ningún resultado. Nunca. Quisiera decir una ocasión, pero no han presentado ningún resultado de los asesinatos de Moisés Sánchez, tampoco del asesinato de Regina Martínez en Veracruz. Ella era una colega de Rubén en la revista Proceso. Por lo tanto, nuestras demandas son muy claras: Queremos una investigación completa. Y creo que sí, hay una responsabilidad en todas las partes del gobierno, el federal, el estatal y el municipal, por la impunidad sistemática de los crímenes contra defensores de los derechos humanos y los crímenes contra periodistas. En realidad se puede hablar de una impunidad sistemática, porque en Artículo 19 hemos documentado 88 casos desde el año 2000, y ninguno de ellos ha terminado en juicio.
AMY GOODMAN: Sebastián, vamos a tener que dejarlo aquí, pero por supuesto vamos a seguir cubriendo esta historia. Sebastián Aguirre de Artículo 19; Laura Carlsen, del Centro para la Política Internacional; y Andalusia Knoll, periodista independiente. Vamos a enlazar su pieza a AJ+.
Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.