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Al tiempo que los científicos advierten que 2015 está en camino de convertirse en el año más caluroso en todo el planeta desde que se tienen registros, el presidente Obama ha dado a conocer su plan largamente esperado para recortar las emisiones de carbono provenientes de las centrales eléctricas de Estados Unidos. Bajo las nuevas regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) las plantas de energía de Estados Unidos deberán reducir las emisiones en un 32% respecto a los niveles de 2005 para el año 2030. Además, se requerirá que las nuevas plantas de energía sean mucho menos contaminantes, lo que, de forma efectiva, podría prevenir la apertura de nuevas plantas de carbón. Pero, ¿el plan es suficiente? Hablamos con Naomi Klein, autora del exitoso libro, “Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima”, que hoy se lanza al mercado en edición de bolsillo.
Transcripción
NERMEEN SHAIKH: Mientras científicos advierten que este año 2015 está camino a convertirse en el año más caluroso del que se tenga registro, el presidente Obama ha dado a conocer su esperado plan para reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas de Estados Unidos. Durante su discurso en la Casa Blanca, Obama dijo que ningún desafío plantea una amenaza tan grande para las futuras generaciones como el cambio climático.
PRESIDENTE BARACK OBAMA: El cambio climático ya no es solamente una cuestión del futuro, no es algo que estamos prediciendo para nuestros hijos o nuestros nietos; se trata de una realidad que estamos viviendo diariamente, ahora mismo. El Pentágono dice que el cambio climático plantea riesgos inmediatos para nuestra seguridad nacional. Si bien no podemos decir que todo fenómeno meteorológico es causado en su totalidad por el cambio climático, hemos presenciado tormentas más fuertes, sequías más severas, temporadas más largas de incendios forestales. En este momento Charleston y Miami sufren graves inundaciones. La disminución de las capas de hielo ha obligado a la National Geographic a hacer el cambio más grande en la información de sus atlas desde que la Unión Soviética se disolvió. Durante las últimas tres décadas, en todo el país se han duplicado las tasas de asma, y el cambio climático pone a esos estadounidenses ante un riesgo más alto de terminar en un hospital. Como ha dicho uno de los gobernadores de nuestro país, somos la primera generación que vive el impacto del cambio climático y la última generación que puede hacer algo al respecto. Y es por eso que me he comprometido a que Estados Unidos lidere al mundo en este desafío, porque creo que en este tema podemos llegar demasiado tarde.
AMY GOODMAN: Las nuevas regulaciones de la Agencia de Protección Ambiental requerirán que para el año 2030 las plantas de energía de EEUU reduzcan en un 32 % sus emisiones de carbono con respecto a los niveles de 2005. Además, se requerirá que las nuevas plantas de energía sean mucho menos contaminantes, lo que de forma efectiva podría impedir la apertura de nuevas plantas de carbón. El presidente Obama defendió las nuevas regulaciones, que se espera sean cuestionadas en los tribunales.
PRESIDENTE BARACK OBAMA: En este mismo momento nuestras plantas de energía son la fuente de alrededor de un tercio de la contaminación por carbono de nuestro país. Eso es más contaminación que la que generan nuestros autos, nuestros aviones y nuestros hogares de forma combinada. Esa contaminación contribuye al cambio climático, el cual degrada la calidad del aire que respiran nuestros niños. Pero nunca han existido límites federales sobre la cantidad de emisiones de carbono que las plantas de energía pueden liberar al aire. Piensen en eso. Limitamos la cantidad de productos químicos tóxicos como el mercurio, el azufre y arsénico que son expulsados al aire o al agua, y estamos mejor gracias a eso. Pero las centrales de energía existentes aún pueden liberar cantidades ilimitadas de emisiones de carbono contaminates en el aire. Por el bien de nuestros hijos y por la salud y la seguridad de todos los estadounidenses, eso tiene que cambiar. Por el bien del planeta, eso tiene que cambiar.
NERMEEN SHAIKH: Como mencionaba el presidente Obama, los impactos de las condiciones climáticas extremas pueden observarse en todo el mundo. En California, más de 9.000 bomberos están luchando contra más de 21 incendios forestales activos. En Japón, las temperaturas han alcanzado los 35 grados Celsius el pasado lunes, marcando un récord de cuatro días consecutivos. Las altas temperaturas que se han registrado en todo el Oriente Medio también están rompiendo records. En una ciudad iraní, la temperatura alcanzó los 73 grados Celsius la semana pasada. Las temperaturas han llegado a superar de manera regular los 49 grados en Bagdad y otras ciudades iraquíes.
Mientras tanto, un grupo de científicos, incluido el excientífico de la NASA James Hansen, ha advertido que el nivel del mar podría elevarse hasta 3 metros antes del fin del siglo, a menos que las emisiones de gases de efecto invernadero se reduzcan drásticamente. Dicho aumento podría causar que ciudades como Londres, Nueva York y Shanghai se vuelvan inhabitables.
AMY GOODMAN: Para hablar más sobre el cambio climático y sobre el plan del presidente Obama para reducir las emisiones de carbono nos acompaña Naomi Klein, autora de uno de los libros más vendidos, “Esto lo cambia todo: El capitalismo contra el clima”, que desde hoy se encuentra a la venta en edición de bolsillo. Recientemente habló en el Vaticano en la cumbre sobre cambio climático organizada por el papa Francisco. Naomi Klein nos acompaña desde la ciudad de Washington, DC.
Naomi, bienvenida. Nos gustaría escuchar tu evaluación sobre el plan del presidente Obama dado a conocer ayer en la Casa Blanca.
NAOMI KLEIN: Buenos días, Amy. Es un placer estar aquí contigo y con Nermeen.
Bueno, creo que lo que estamos escuchando de Obama es un muy buen ejemplo del modo en que suena un líder en cuestiones climáticas. Es absolutamente cierto todo lo que está diciendo sobre el nivel de amenaza, sobre el hecho de que esto no es solo una amenaza para las futuras generaciones sino que es algo que está sucediendo ahora mismo en todo el mundo, incluyendo Estados Unidos. Es una amenaza sobre la salud de las personas que sufren de problemas de asma, y también es cierto lo referente a la seguridad de ciudades enteras, de grandes ciudades costeras. Así que él está haciendo un muy buen trabajo mostrándonos el modo en que se expresa un líder en cuestiones climáticas. Pero me temo que tenemos un largo camino por delante antes de que podamos ver el modo en que actúa un líder en cuestiones climáticas, porque existe una enorme diferencia entre lo que Obama está diciendo sobre esta amenaza, acerca de que se trata de la mayor amenaza de nuestro tiempo, y de que estamos ante la última posibilidad de poder tomar medidas al respecto para prevenir un cambio climático verdaderamente catastrófico, pero las medidas que han sido presentadas son bastante inadecuadas.
Quiero decir, si nos fijamos en qué tipo de reducción de emisiones van a lograr estas regulaciones, cuando hablamos de reducción de emisiones no nos fijamos sólo en un sector, sólo en la generación de electricidad; sino que tenemos que observar a toda la economía en su conjunto. Y lo que los científicos climáticos están diciendo es que los países relativamente ricos, como Estados Unidos, si nos vamos a quedar dentro de nuestro presupuesto de emisiones de carbono y vamos a darnos la oportunidad de mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados Celsius, cosa que ya es muy peligrosa, pero es lo que nuestro país ha negociado bajo la administración de Obama —cuando fueron a Copenhague en el 2009, ellos acordaron mantener la temperatura por debajo de los dos grados de calentamiento, sin embargo, todavía nos encontramos en un camino que nos lleva hacia temperaturas de más de cuatro grados de calentamiento— si tenemos que permanecer por debajo de los dos grados, deberíamos estar reduciendo las emisiones de carbono entre un 8 y 10 % al año. Esos son números del Centro Tyndall para la Investigación del Clima de Manchester. Y este plan reducirá las emisiones en nuestro país en alrededor de un 6 %. No estoy hablando solamente del sector eléctrico, sino de reducir las emisiones totales en un 6 % para el 2030. Entonces, compara lo que deberíamos estar haciendo, entre un 8 y un 10 % al año, con el 6 % para el 2030. Esa es la brecha del carbono, y es enorme.
NERMEEN SHAIKH: Entonces, Naomi Klein, en tu opinión ¿Por qué el presidente Obama opta por enfocarse tanto en el sector de la energía y no en otros sectores igualmente importantes?
NAOMI KLEIN: Bueno, en realidad es un sector muy importante, como bien ha dicho él. Es sólo que deberíamos enfocarnos en todos. Y creo que este anuncio debe ser visto como una victoria para los movimientos sociales que han estado luchando contra las plantas de carbón contaminantes en sus patios traseros y para las emisiones no contaminantes —la campaña que el “Sierra Club” ha llevado a cabo durante años para cerrar cientos de plantas de carbón. De manera que creo que este anuncio debe ser aclamado como una victoria de los movimientos sociales. Esta fase del plan anunciado es bastante mejor que el borrador anterior, en cierto modo no es un regalo para el sector del gas natural y otorga más apoyo a las energías renovables. También otorga más apoyo a la eficiencia energética de las comunidades con bajos ingresos económicos. Es inadecuado, pero aún así es bastante mejor que el borrador anterior. Hay partes del plan anunciado que son peores que el borrador anterior, debido a la presión que hace la industria y los estados que son muy dependientes del carbón.
Pero el problema no es que este plan sea malo en sí mismo. Si se hubiera anunciado durante el primer año de la presidencia de Obama, yo sería la primer persona en celebrarlo y decir: “Que bien. Ahora pongamos un impuesto sobre las emisiones de carbono, evitemos nuevos arrendamientos de tierras públicas para la industria del petróleo, gas y carbón. Pongamos en marcha la otra parte del paquete. Hagamos grandes inversiones en el sistema de transporte público, y así es cuando en realidad vamos a estar en el buen camino”. Pero hacerlo al final de sus dos mandatos presidenciales, o llegando casi al final, francamente, creo que con esto no se marca un legado en cuestiones climáticas. No es suficiente, porque no va en línea con lo que dice la ciencia, y tampoco está en línea con la tecnología. Quiero decir, el equipo en la Universidad de Stanford que trabaja bajo el mando de Mark Jacobson nos está diciendo que podríamos llegar a implementar un 100 % las energías renovables, suministrando energía a toda nuestra economía, en dos décadas. Por lo tanto, si los científicos nos están diciendo que necesitamos hacerlo, y los ingenieros nos están diciendo que podemos hacerlo, entonces todo lo que nos falta son políticos que estén dispuestos a implementar regulaciones audaces que logren que estos cambios sucedan. Y eso es lo que todavía nos falta.
AMY GOODMAN: Naomi Klein, durante su discurso el día lunes, el presidente Obama también habló de su visita al Ártico a fin de mes.
PRESIDENTE BARACK OBAMA: También seré el primer presidente de Estados Unidos en visitar el Ártico en Alaska, donde nuestros compatriotas estadounidenses ya han visto sus comunidades devastadas por el derretimiento del hielo y el aumento del nivel de los océanos, el impacto en la vida marina. Vamos a hablar de lo que el mundo entero necesita poner en practica para prevenir los peores impactos del cambio climático antes de que sea demasiado tarde.
AMY GOODMAN: Escuchábamos al presidente Obama. ¿Puedes hablarnos sobre lo que está ocurriendo en el Ártico y las acciones que están realizando los activistas, desde Portland, Oregon, hasta Seattle, Washington, para evitar lo que el presidente Obama ha permitido, las perforaciones en el Ártico?
NAOMI KLEIN: En realidad, es extraordinario que él haga este anuncio ahora, porque lo que el mundo necesita hacer para salvar el Ártico, para empezar, es declarar una moratoria sobre las perforaciones en el Ártico. Y Estados Unidos podría liderar ese esfuerzo, reuniendo a todas las naciones del Ártico para acordar que sea una zona intocable, que sea una zona donde estén prohibidas ese tipo de actividades. Y porque no existe tal liderazgo, y además Obama ha permitido que se lleven a cabo perforaciones en el Ártico por primera vez —sabemos que Shell ya tiene plataformas de perforación allí y que han comenzado las primeras etapas de perforación este jueves— y porque su gobierno no ha logrado ofrecer un liderazgo sobre una cuestión tan básica, es decir, Amy, es la definición misma de locura, en mi forma de ver las cosas, perforar en el Ártico en busca de petróleo que sólo está disponible debido a que el hielo del Ártico se está derritiendo y ahora es accesible y los barcos pueden ir allí y hacer esto.
Hace unos días el director ejecutivo de Shell dijo que están esperando encontrar petróleo debajo del hielo derretido que es un depósito aún más grande que el Golfo de México. Lo describió como una gran apuesta, pero más significativamente, lo describió como una apuesta a largo plazo. Es muy lamentable que la industria de gas y petróleo describa todo esto como un juego de apuestas, porque claramente no lo es. Sin embargo, hablan como si lo fuera. Y dicen que no esperan que sea productivo hasta el 2030. Es algo realmente sorprendente, porque para el 2030 deberíamos estar terminando nuestra dependencia de las infraestructuras existentes de petróleo y gas, no aumentando y abriendo nuevas fronteras para los combustibles fósiles.
A esto me refiero cuando digo que Obama no merece para nada ser llamado un líder contra el cambio climático, solo porque ha presentado un plan que parece muy bueno para reducir las emisiones de carbono de las centrales eléctricas. No digo que no sea algo importante. Es un paso en la dirección correcta. Pero al mismo tiempo, él está tomando algunas importantes decisiones en una dirección equivocada respecto a las perforaciones en el Ártico, él está permitiendo una explosión de la extracción de gas a través de la perforación hidráulica. Él sigue dando rodeos respecto al oleoducto Keystone XL. Él ha abierto nuevas concesiones de petróleo y de gas en alta mar. Entonces, cuando uno da un paso en la dirección correcta y cinco pasos en una dirección equivocada, en verdad está yendo en la dirección equivocada. No estás yendo en la dirección correcta. Y tenemos que ser honestos al respecto, a pesar del hecho de que él está bajo una gran presión ahora mismo por parte del lobby de la industria del carbón.
AMY GOODMAN: Este asunto de los activistas que han estado tratando de detener las perforaciones, para las cuales el gobierno del presidente Obama ha otorgado licencias. ¿Cuántos fueron? Cuarenta personas…
NAOMI KLEIN: Sí, en Portland.
AMY GOODMAN: Cuarenta personas estuvieron colgadas de un puente. Estaban todos estos “kayaktivistas”. Puedes hablarnos de cómo puede ser que él haga este anuncio… Al tempo que todos esos activistas fueron retirados, y fueron demandados por sus acciones, él está anunciando que va a viajar al Ártico.
NAOMI KLEIN: Bueno, francamente, si queremos buscar líderes contra el cambio climático, los líderes contra el cambio climático son las personas que se colgaron de ese puente en Portland. Los líderes contra el cambio climático son las personas que han ido con sus kayaks a Portland, a Seattle, jóvenes de 21 años que han tratado de detener la perforación del Ártico con sus propios cuerpos, y que sienten pasión por lo que hacen. Esas personas se quedaron colgadas de ese puente con el fin de bloquear al rompehielos de Shell durante 40 horas, y lo hicieron a pesar de que Shell fue a los tribunales y consiguió una orden judicial y de que se les amenazara con enormes multas económicas. Eso es un verdadero liderazgo. Eso es una acción real y moral, plantarse firmes frente a cantidades enormes tanto de dinero como de poder y hacer lo que tiene más lógica.
Y hemos visto acciones como esta en todo el noroeste del Pacífico. Es una de las ironías de la era de la energía extrema en la que hemos estado viviendo en la última década y pico, en la que América del Norte ha estado en medio de un frenesí por la energía extrema, con el fracking, con la eliminación de cimas de montañas y las arenas de alquitrán. Para extraer estas materias se requiere que las industrias de gas y del carbón construyan todo tipo de nuevas infraestructuras en el noroeste del Pacífico, que es la parte de Estados Unidos que probablemente sea más consciente y militante sobre los asuntos que involucran al medioambiente. Es donde se iniciaron las sentadas en los árboles. Si pensamos en Portland y en la historia del activismo contra la tala de árboles, lo que se conoce como sentadas en los árboles. En esa parte del mundo hay mucha gente con una historia profunda en este tipo de activismo. Y creo que la Shell con el fin de llegar al Ártico, logísticamente, necesita utilizar varios puertos del noroeste del Pacífico como estacionamiento para toda su maquinaria y también para poder repararla. Y, ya sabes, el noroeste del Pacífico no les ha dado una buena bienvenida, han sido muy hostiles y dejaron muy en claro que no quieren ser una puerta de entrada a esta acción francamente suicida que es la perforación en el Ártico.
AMY GOODMAN: Para que quede bien en claro este aspecto, hay que explicar lo que han hecho los activistas de Greenpeace que pasaron 40 horas colgados de un puente con el fin de impedir que el buque rompehielos de la compañía Shell partiera hacia el Ártico: cientos de activistas se reunieron en el puente con kayaks para detener los planes de Shell de perforar el remoto mar de Chukchi. Ellos pudieron detener el barco temporalmente, pero en última instancia el barco logró abrirse camino y ahora mismo está de camino hacia el Ártico.
NAOMI KLEIN: Ellos impidieron que zarpara durante 40 horas. Y me parece que a veces esto puede ser visto como una especie de truco publicitario o acción sin razón, pero realmente no lo es. Hace poco estuve hablando con Annie Leonard, el director ejecutivo de Greenpeace, y la parte realmente importante es que hay un espacio muy pequeño de tiempo en el que Shell puede realizar la perforación porque el período en el que el Ártico está lo suficientemente libre de hielo es de sólo unos meses. Tienen hasta fines de septiembre para hacer esto. De manera que cada día que son retrasados, es un día menos que tienen para buscar el depósito de petróleo que ellos mismos sostienen que será algo que cambiará el juego. Así que esto es más que un activismo simbólico. Cualquier cosa que los atrase es algo realmente significativo. Y ellos son verdaderos héroes.
AMY GOODMAN: ¿Háblenos sobre Hillary Clinton y la posición del presidente Obama sobre el Keystone XL?
NAOMI KLEIN: Bueno, Hillary, antes que nada, a ella se le preguntó sobre la perforación en el Ártico y dijo ser escéptica sobre el tema, lo que muchos asumieron como que Hillary estaba en contra de la perforación del Ártico. Creo que Hillary comprende que esa es una postura muy impopular. Pero decir que uno es escéptico o tiene dudas, que es otra de las frases que ella usó, no es algo por lo que se le pueda responsabilizar más adelante. Se trata de un lenguaje lo suficientemente resbaladizo como para atravesar un glaciar, Amy. No es un “no” firme y concreto. Ella también se negó a hacer comentarios, como tú has mencionado, sobre el oleoducto Keystone XL.
Y permítanme decir que el plan de Hillary Clinton, el plan de energía verde que dió a conocer hace unos días y del que vamos a tener más detalles pronto es sorprendentemente audaz. Hay varias partes en donde dicho plan marca las cosas realmente bien en términos de la velocidad en que ella ha prometido desplegar las energías renovables. Ella está logrando que la parte correcta de la ecuación esté muy cerca de ser adecuada, en el sentido de que necesitamos apoyo para las energías renovables. Pero no es suficiente, porque si observamos un país como Alemania, por ejemplo, donde han presentado un plan audaz para apoyar la energía renovable, y de hecho Alemania ahora tiene lo que Hillary Clinton prometió que haría en Estados Unidos, lo cual es lograr que el 30 % de toda nuestra electricidad provenga de energías renovables, y sin embargo las emisiones de carbono de Alemania no han bajado lo suficientemente rápido, y en algunos años incluso se han elevado. Y eso pasa porque en Alemania el “sí” a las energías renovables no ha sido acompañado por un “no” a los combustibles fósiles. Han permitido una actividad minera constante a tasas muy altas de carbón contaminante, de carbón de lignito, el tipo de carbón más contaminante del mercado, y que simplemente lo exportan, si no tienen un mercado para el producto en Estados Unidos.
Y bueno, este es el problema con Hillary. Ella está dispuesta a decir que sí a la tecnología verde, a los empleos verdes, pero ella aún no muestra signos de estar dispuesta a decir que “no” a los lobbies del petróleo y del gas, que sabemos que están financiando su campaña política de manera significativa. Entonces, como secretaria de Estado, es bien sabido que hubo una llamada “puerta giratoria” entre los lobbies de las industrias del petróleo y del gas, su gente en el Departamento de Estado y en su equipo de la campaña anterior. Y creo que hay motivos reales de preocupación sobre si ella estará dispuesta a plantarse firme frente a los lobbies del petróleo y del gas en el asunto del Keystone, en la perforación del Ártico, y en cualquier otra cuestión.
AMY GOODMAN: Vamos a hacer una pausa y cuando volvamos, queremos preguntarle, Naomi, sobre lo que pasó en el Vaticano. estuvo allí durante el fin de semana del 4 de julio, como uno de las oradores destacados de la conferencia liderada por el papa Francisco. Esto es Democracy Now! Estamos hablando con Naomi Klein. Su libro “Esto lo cambia todo: El capitalismo contra el clima” acaba de ser publicado en edición de bolsillo. Volvemos en un momento y seguiremos hablando con ella.
Traducido por Alejandra Burgos. Editado por Igor Moreno, LInda Artola y Democracy Now! en Español.