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La Casa Blanca ha rechazado un paquete de rescate financiero para Puerto Rico luego de que dicho país, que forma parte del territorio estadounidense, incumpliera con el pago de una pequeña parte de su masiva deuda de 72 mil millones de dólares. Se trata del mayor default relacionado con bonos municipales en la historia de Estados Unidos. A diferencia de los estados y municipios de EE.UU., Puerto Rico no puede declararse en quiebra. Juan González analiza la profunda vinculación existente entre las raíces de la crisis y la condición colonial de Puerto Rico.
Transcripción
AMY GOODMAN: Juan, acabas de escribir un artículo en el New York Daily News llamado: “Puerto Rico’s Economic 'Death Spiral'” (La 'Espiral de la Muerte' económica de Puerto Rico) Explica lo que está sucediendo.
JUAN GONZÁLEZ: Bueno, esta semana fue noticia que Puerto Rico incumplió un pago de bonos, el primero, de 58 millones de dólares, que corresponde a uno de los bonos que debe del total de la deuda de 72 mil millones de dólares que tiene. Por supuesto, no hubo muchas noticias que hablaran de que Puerto Rico pagó 500 millones de dólares en otros pagos de bonos que debía. Pero esto es, técnicamente, el primer impago en lo que se espera será una cadena de impagos en los próximos meses, porque la realidad es que la isla de Puerto Rico, el gobierno, no puede pagar el monto de deuda que tiene. Sólo este año, Puerto Rico tiene que pagar cerca de 3.000 millones de dólares en servicios de deuda. Eso es alrededor del 17 % de la totalidad de los ingresos del gobierno. El año que viene se va a subir al 20 % de la totalidad de sus ingresos. Si usted fuera un individuo y tuviera esa cantidad de deuda en sus tarjetas de crédito, no podría pagar todas sus facturas. Si usted fuera una corporación enfrentando esa cantidad de servicio de deuda, probablemente tendría que declararse en quiebra, reorganizarse, luego tratar de reestructurar sus deudas. Pero el problema es que Puerto Rico no puede hacer eso. Y para mí es increíble ver cómo muchos periodistas están hablando de esta realidad de que a diferencia de los estados de Estados Unidos, Puerto Rico no tiene la capacidad de permitir que sus municipios o sus empresas públicas se reorganicen bajo la protección de bancarrota, pero ninguno de esos periodistas se cuestiona por qué esto es así. Sólo dicen que es una anomalía. Y uno de los puntos que traté de destacar en la columna de hoy es que esto es parte de una relación de 117 años de colonialismo. Esto es parte de la condición colonial de Puerto Rico. Incluso el historiador marxista Richard Wolff afirmó esta semana que Puerto Rico era una semicolonia. No, Puerto Rico no es una semicolonia; Puerto Rico es una colonia de Estados Unidos. Y señalé las decisiones de la Corte Suprema que ratificaron esta situación colonial. Un conjunto de decisiones que se tomaron a principios del siglo XX, llamada los Casos Insulares, cuando Puerto Rico acababa de ser adquirida después de la Guerra Hispano-Estadounidense. Y en aquel entonces, en una decisión de cinco contra cuatro, por cierto, los mismos cinco jueces que decidieron el caso de Plessy contra Ferguson, la decisión que estableció la doctrina de “separados pero iguales”, esa misma mayoría conservadora de cinco jueces afirmó en su decisión de principios de siglo -llamada Downes contra Bidwell— que “la isla de Puerto Rico es un territorio anexo y perteneciente a Estados Unidos, pero no forma parte de Estados Unidos dentro de las cláusulas de ingresos de la Constitución”, diciendo básicamente que la Constitución en Puerto Rico sólo aplicaban aquellas partes que el Congreso decidió o consideró necesarias aplicar. Así que durante 117 años el problema de Puerto Rico ha sido que todas las decisiones importantes sobre la isla son tomadas por el Congreso, no por los mismo funcionarios electos en Puerto Rico. Y hay un sinfín de ejemplos. Un ejemplo que di –las personas lo olvidan– fue que la crisis actual realmente se originó con Bill Clinton. En 1996, Bill Clinton estaba tratando de conseguir la aprobación de un nuevo salario mínimo federal. Newt Gingrich y los republicanos en el Congreso se resistían a ello, así que Clinton llegó a un acuerdo con los republicanos: el Congreso aumentaría el salario mínimo federal pero proporcionaría miles de millones de dólares en beneficios fiscales a las pequeñas empresas. ¿Dónde iban a conseguir el dinero para eso? Clinton estuvo de acuerdo en acabar con una exención de impuestos especiales de la que disfrutaban las corporaciones en Puerto Rico que tenía un costo de miles de millones de dólares. Y como resultado de eso— iba a ser eliminado de forma gradual durante los siguientes 10 años, entre 1996 y 2006— Así que en esos 10 años, la exención especial de impuesto se perdió, fue retirada por el Congreso, y miles de empleos abandonaron la isla, ya que las empresas farmacéuticas, eléctricas– empresas de equipamiento médicos, empresas químicas, decidieron que ya no era rentable para ellos, por lo que abandonaron la isla. Se perdieron los empleos mejor pagados. Puerto Rico ha estado en contracción económica desde el año 2000, durante los últimos 10 años. Por lo tanto, tienes la realidad de la decisión que se tomó en el Congreso y que estableció las bases de lo que está pasando ahora en Puerto Rico. Y ahora, una vez más, Puerto Rico tiene que ir al Congreso, pidiendo el derecho a reorganizarse, como los hizo General Motors, como lo hizo Detroit, como lo hizo el Condado de Orange, tiene que pedir que se le permita reorganizarse bajo la protección de bancarrota, y el Congreso se resiste. Y el presidente Obama, la Casa Blanca, como viste, solo está apoyando de palabra, pero realmente no está luchando por este asunto. Por lo tanto, queda por ver cómo se va a resolver. Pero la realidad es que todo esto tiene su origen en el hecho de que Puerto Rico sigue siendo una colonia de Estados Unidos, sin representación de voto en el Congreso.
AMY GOODMAN: ¿Y cómo afecta la deuda a la gente de Puerto Rico?
JUAN GONZÁLEZ: Bueno, es increíble. Quiero decir, ahora hay una situación donde hace apenas unas semanas, el gobierno elevó el impuesto sobre las ventas del 7 % a 11 %. Ya se han eliminado de forma efectiva todos los fondos de pensiones de prestación definida de los trabajadores del gobierno. Ahora, entre los fondos de cobertura y los economistas, los economistas del FMI que han llegado diciendo que la única manera de salir de esto es a través de aplicar más austeridad, ahora quieren eliminar las protecciones de las horas extraordinarias. Ellos quieren animar a la isla de Puerto Rico a vender la totalidad de sus bienes públicos— ya está vendido su aeropuerto, privatizó su aeropuerto, y algunas de sus autopistas. Ahora quieren vender los puertos, vender los edificios del gobierno, vender básicamente cualquier activo del gobierno como un medio para recaudar dinero. Quieren reducir el Medicaid (El programa de ayuda sanitaria para personas de recursos limitados). Quieren bajar el salario mínimo. Quieren que el Congreso reduzca el salario mínimo por debajo del salario mínimo federal. Quieren reducir de forma aún más profunda los salarios para los jóvenes. Básicamente, quieren que la población soporte la peor parte de los problemas económicos de la isla. Y creo que lo que los líderes de Puerto Rico están diciendo es: “Estamos juntos en esto. Todas estas firmas de Wall Street nos continuaron dando préstamos”. Apenas el año pasado, 3.500 millones de dólares en nuevos bonos fueron emitidos, en gran parte adquiridos por los fondos de cobertura, porque Puerto Rico ya tenía un estatus de bono basura debido a su deuda, por lo que no podía recaudar dinero. Así que los fondos de cobertura llegaron y dijeron: “Nosotros le daremos 3.500 millones de dólares en nuevos préstamos; sin embargo, la tasa de interés es del 8 %”. Ahora bien, hay que entender que Puerto Rico da una triple exención de impuestos para cualquier persona en Estados Unidos. Ese es el gran secreto de cómo la gente— la comunidad financiera ha hecho dinero a costa de Puerto Rico. Ese 8 % tiene un valor de 12 o 13 %, si tiene una triple exención de impuesto para cualquier persona que invierta en esos bonos. Así que han estado sacando unos enormes beneficios, pero dijeron específicamente: “No sólo logramos ser una prioridad de primera clase–– somos los bonos de obligación general. Somos la primera prioridad de cualquier pago del dinero que el gobierno obtiene. Pero si hay una disputa, esta disputa no se tratará en los tribunales de Puerto Rico, se llevarán a cabo en los tribunales de Nueva York “. Así que ya se estaban preparando por la posibilidad de que la isla entrara en incumplimiento, pero querían tener a los tribunales de su lado. Así que ahora los fondos de cobertura, sobre todo, están exigiendo que están en primera fila, quieren pagos. Y el gobierno de Puerto Rico está diciendo: “Mira, si vamos a sufrir, si vamos a hacer más recortes en Puerto Rico”, como dijeron en Grecia, “los titulares de bonos también tienen que sufrir”. Tienen que aceptar pérdidas. Tienen que reestructurar las deudas”. Y ese es el problema, que el gobierno de Puerto Rico no puede hacer eso en este momento, dada la realidad de su situación de colonia. Por lo tanto, vamos a ver qué pasa en los próximos meses.
AMY GOODMAN: Y vamos a enlazar tu columna en democracynow.org. Cuando volvamos, seguro has escuchado acerca de la proliferación de candidatos presidenciales. ¿Qué pasa los ataques a los derechos de las personas que van a votar por ellos? Han pasado 50 años desde que se aprobó la Ley de Derecho a Voto Hoy vamos a hablar con Ari Berman. Él es autor de “Dénos la Boleta: La lucha moderna por el derecho al voto en Estados Unidos”. Quédense con nosotros.
Traducido por Linda Artola. Editado por Igor Moreno y Democracy Now! en Español.