En Irak, cientos de familias huyen del combate en Mosul oriental en medio de la ofensiva del ejército iraquí, respaldada por Estados Unidos, para retomar la ciudad de manos del autoproclamado Estado Islámico (ISIS). Amnistía Internacional ha acusado a algunas de las milicias que luchan contra el ISIS de ataques vengativos contra pobladores locales. El grupo afirma que algunos milicianos cometieron actos de tortura: atar a sospechosos de ser simpatizantes del ISIS a coches y conducirlos por las poblaciones, golpear a personas en la cara con cables y dejarlas encerrados en jaulas para aves en público.
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