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“Si uno estudia historia, este resultado no es sorprendente”, dice Nikole Hannah-Jones, reconocida periodista que escribe sobre temas de justicia racial, en relación al triunfo electoral de Donald Trump. Ella señala que en la era de la Reconstrucción que siguió al asesinato del presidente Abraham Lincoln y el uso que hizo Richard Nixon de la “Southern strategy” para apelar a los miedos raciales de los votantes blancos, después de que el presidente Lyndon Baines Johnson aprobara medidas claves de derechos civiles. “Cada vez que hay grandes avances en materia racial en este país, hay una reacción blanca”. Nikole Hannah-Jones concluye que “Hay que hacer un profundo examen de conciencia. Pero también creo que esta elección es muy estadounidense”.
Transcripción
AMY GOODMAN: Nikole Hannah-Jones, Estados Unidos está pasando del primer presidente afroaestadounidense a un presidente apoyado por el Ku Klux Klan. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
NIKOLE HANNAH-JONES: Bueno, creo que si estudiamos la historia del país este resultado no es sorprendente. He estado tuiteando toda la mañana sobre esto. Mira lo que sucedió después de la Guerra Civil, después del asesinato de Lincoln. Primero asumió Grant y luego Hayes. Y lo que hace Hayes es, básicamente, devolver el poder al sur blanco y poner fin a la Reconstrucción. Y luego mira la época de Lyndon B. Johnson, que ya sabemos que aprobó y ayudó a aprobar la legislación más abarcativa que hubo sobre derechos civiles después de la Reconstrucción. Y lo reemplazamos con Richard Nixon, que lleva a cabo una estrategia sureña, apoyándose en los temores raciales de los blancos del sur y de los blancos no anglosajones del norte, y rápidamente decide dar marcha atrás y no implementar elementos clave de las leyes que protegen los derechos civiles. Y ahora tenemos el primer presidente negro del país y lo reemplazamos con alguien que ha recibido el respaldo de los grupos de supremacía blanca, el nacionalismo blanco y el KKK. Entonces, aunque mucha gente esté impresionada con este resultado, creo que analizando la historia del país se puede ver que no es sorprendente para nada. Cada vez que logramos dar grandes pasos hacia la equidad racial, hay un contragolpe blanco, y este es uno de esos momentos.
Y creo que la cobertura de los medios es tramposa cuando habla de esto como una cuestión de la clase obrera sin decir que se trata de la “clase obrera blanca”, ya que sabemos que la gente negra, marrón y latina de clase obrera no votó por Donald Trump. También sabemos, al menos según los resultados preliminares, que Trump ganó en todos los sectores de votantes blancos, en sectores de gente blanca con alto nivel de educación, gente blanca de clase media, no fue sólo votado por los blancos que no saben lo que hacen. Así que creo que nos toca hacer un profundo examen de conciencia. Pero también pienso que este resultado electoral es muy estadounidense.
AMY GOODMAN: ¿Qué quieres decir con “muy estadounidense”?
NIKOLE HANNAH-JONES: Como decía recién: Si analizamos nuestra historia, no es un resultado sorprendente. Este país nunca ha aceptado cómodamente la ampliación de derechos para las minorías étnicas y religiosas, y eso no ha cambiado.
Traducido por Carolina Flórez. Revisado por Verónica Gelman y Democracy Now! en Español