Donald Trump puede haberse mostrado como un populista económico durante la campaña, pero el periodista Lee Fang examina cómo Trump se ha rodeado de lobbistas de empresas. Fang informa en el sitio The Intercept, que el equipo de transición de Trump incluye a Michael Catanzaro, un lobbista de las industrias Koch y de la empresa Walt Disney, Eric Ueland que anteriormente hizo lobby a favor de Goldman Sachs, y Williams Palatucci, cuya firma de lobby representa a Aetna y Verizon.
Transcripción
AMY GOODMAN: Bueno, Lee Fang, tú escribiste un artículo llamado Donald Trump Recruits Corporate Lobbyists to Select His Future Administration (Donald Trump recluta lobistas de empresas para armar su equipo de gobierno). ¿Puedes contarnos a quiénes te refieres?
LEE FANG: Bueno, quien está a cargo de organizar la transición al nuevo gobierno es el gobernador Chris Christie, cuya colaboración fue muy importante para la victoria de Donald Trump en las primarias republicanas. Y si analizamos bien esta transición, vemos que es completamente…
AMY GOODMAN: Vale la pena mencionar que, bueno, los principales asesores de Chris Christie acaban de recibir una condena penal en el juicio por el escándalo llamado Bridgegate, el cierre del puente George Washington como represalia contra un alcalde demócrata, el alcalde de Fort Lee, por no adherir a la candidatura de Chris Christie para gobernador.
LEE FANG: Sí, a eso hay que añadir que los dos periodistas que dieron a conocer la noticia fueron despedidos la semana pasada, una muestra más de cómo se destruye el periodismo crítico en este país.
Pero volviendo a la transición gubernamental, Donald Trump se construyó una imagen política muy conveniente y atractiva, prometiendo a lo largo de los últimos dos años que rechazaría donaciones de los grupos de lobby, que rechazaría el apoyo de los Comités de Acción Política (Super PAC, en inglés), que se encargaría de depurar y confrontar a la clase política. O sea, eso es lo que ha dicho desde el primer momento. En su anuncio de cierre de campaña, emitido el fin de semana pasado, en ese anuncio prometió que su principal objetivo sería desafiar a la clase política y luchar contra los grupos de lobby. Pero si miramos cómo está conformado su equipo de transición, vemos que está manejado totalmente por lobistas de las empresas. Se trata de personas que representan a la industria farmacéutica, que representan a Walt Disney. El asesor de energía, encargado de delinear la política energética de Donald Trump y ayudarlo a seleccionar las personas que designará para la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por su sigla en inglés) y otras agencias, es un lobista del grupo Koch Industries. Es gente que está profundamente arraigada en la clase política de Washington. Vienen manteniendo reuniones semanales en el estudio jurídico Baker Hostetler. Se han reunido periódicamente con la asociación comercial Financial Services Roundtable, que representa a JPMorgan, Goldman Sachs y otros bancos grandes. Hay mucha evidencia que indica que más de que depurar o enfrentarse a la clase política de Washington, Donald Trump se está adaptando perfectamente al estilo tradicional de las campañas republicanas y la poderosa clase dirigente que hace décadas define el proceder del partido Republicano.
AMY GOODMAN: Vamos a una pausa y regresamos con este tema. Estamos hablando con Lee Fang del portal periodístico The Intercept. Pondremos el enlace a su artículo en nuestro sitio web. También nos acompaña Nikole Hannah-Jones de la revista New York Times; José Antonio Vargas de la organización Define American; Linda Sarsour de MPower y John Nichols de la revista The Nation. Esto es Democracy Now! Regresamos en un minuto.
Traducido por Verónica Gelman y Democracynow en Español.
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