En un importante informe, el sitio de noticias The Intercept reveló que el Departamento de Justicia de EE.UU. investiga a Erik Prince, fundador de Blackwater, por posible lavado de dinero, vínculos con servicios de inteligencia chinos e intentos de negociar servicios militares para gobiernos extranjeros. Prince actualmente es titular de Frontier Services Group, una empresa de aviación y logística que se especializa en envíos a África. Pero documentos obtenidos por The Intercept muestran que Prince también instaló empresas ficticias, para ofrecer servicios paramilitares a por lo menos media docena de países africanos, entre ellos Libia. Tanto Estados Unidos como la ONU impusieron una serie de restricciones al comercio de armas en Libia. Prince es también sospechoso de intentar abrir cuentas en un banco chino, para depositar dinero para sus socios libios. Como parte de su investigación, The Intercept obtuvo una presentación interna en diapositivas que muestran que la fuerza privada de Prince operaría en Libia con el propósito explícito de detener el flujo de refugiados a Europa. Además hace mucho que Prince está interesado en crear una fuerza militar privada, para combatir a los grupos islamistas en distintos países. Compartimos el programa de hoy con los periodistas Jeremy Scahill y Matthew Cole del sitio The Intercept, autores del informe “Erik Prince en la mira”. De varias maneras, Erik Prince es como un capo de la mafia”, afirma Scahill. “Pudo evitar cargos penales contra él a nivel personal por actividades que sus empresas realizaron. Si el gobierno estadounidenses tratará seriamente o no de investigarlo, todavía está por verse”. Scahill es cofundador del sitio de noticias The Intercept y autor del libro de gran éxito en ventas Blackwater: el auge del ejército mercenario más poderoso del mundo. Su libro más reciente es Guerras sucias: el mundo es un campo de batalla y su película “Dirty Wars” fue nominada a un premio de la Academia.