El primer ministro libanés, Saad al-Hariri, renunció de forma inesperada el sábado y mencionó como motivos el creciente poder de Irán en Medio Oriente y el temor a ser asesinado como su padre, el ex líder Rafiq Hariri. La decisión sorprendió a los observadores y sembró caos en la política libanesa. Hariri anunció la renuncia durante un discurso televisado desde Arabia Saudí que se transmitió por el canal Al Arabiya, financiado con fondos saudíes, lo que generó la especulación de que fue la familia real de Arabia Saudí la que obligó a Hariri a dimitir. Estas son las palabras de Hassan Nasrallah, líder de la poderosa milicia y partido político Hezbollah.
Hassan Nasrallah afirmó: “Esta información nos permite concluir con claridad que la renuncia fue una decisión dictada por Arabia Saudí al primer ministro Hariri, por lo que fue obligado. La renuncia no fue su intención, su deseo ni su decisión”.