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En Alabama, Estados Unidos, el demócrata Doug Jones y el republicano Roy Moore están llegando a las instancias finales de una reñida campaña electoral para ocupar el escaño del senado que dejó vacante el procurador general Jeff Sessions. La votación tendrá lugar este martes. Hace 20 años que el partido demócrata no gana una elección para el senado de Alabama. Las encuestas dan a los dos candidatos las mismas posibilidades de ganar, si bien Moore ha sido denunciado por al menos nueve mujeres de acosarlas o agredirlas sexualmente cuando eran adolescentes. El presidente estadounidense, Donald Trump, ha manifestado en varias ocasiones su apoyo a Roy Moore, y lo reafirmó el viernes, en un mitín que realizó en Pensacola, localidad del estado de Florida ubicada a 30 kilómetros de la frontera con Alabama y en el mismo mercado de medios que Mobile, Alabama. La carrera política de Roy Moore en Alabama es larga y altamente polémica, marcada por el racismo, la homofobia, la islamofobia y el fanatismo religioso. Durante el fin de semana, la campaña de Doug Jones llevó a cabo una masiva iniciativa para promover que la gente vaya a votar, orientada especialmente a votantes afroestadounidenses. Reconocidos políticos demócratas afroestadounidesnes, como el senador Cory Booker de Nueva Jersey, la representante Terri Sewell de Alabama y el ex gobernador de Massachusetts Deval Patrick, salieron a hacer campaña a favor de Jones.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Peter Montgomery, miembro de la organización progresista People for the American Way. Su artículo más reciente se titula: “There’s More Than One Roy Moore Scandal” (Hay más de un escándalo que afecta a Roy Moore).
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