En el norte de Afganistán, seis trabajadores de la Cruz Roja murieron el miércoles cuando sus coches sufrieron una emboscada. Todavía hay dos desaparecidos. Los talibanes negaron haber participado en el atentado, y los funcionarios locales culparon del ataque al autoproclamado Estado Islámico (ISIS). El miércoles, el ISIS se atribuyó la responsabilidad de un atentado suicida con bomba perpetrado el martes, frente al edificio de la Corte Suprema en Kabul, que causó la muerte a por lo menos 22 personas.
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