En Irak, las fuerzas iraquíes y kurdas respaldadas por Estados Unidos se adentraron más profundamente en el oeste de Mosul durante el fin de semana, forzando a los residentes aterrorizados a arriesgar sus vidas huyendo a los campamentos para desplazados. Un civil, Saad Mohamed, dijo que las familias tenían que correr entre los disparos de francotiradores mientras intentaban escapar de la violencia.
Saad Mohamed declaró: “Cerca de catorce o quince personas huían del distrito de Al Mansour mientras los francotiradores les disparaban en el valle. No les importan las mujeres, ni los niños, ni nada. La gente corría en zigzag para esquivar el fuego de los francotiradores”.
Fuera de Mosul, un grupo paramilitar chiita afirma haber desenterrado la fosa común de cientos de prisioneros que fueron asesinados en junio de 2014, cuando el autoproclamado Estado Islámico (ISIS) tomó el control de la región. Human Rights Watch informa que unas 600 personas murieron en la masacre de la cárcel de Badush.