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Desde que asumió su mandato como el 45° presidente hace diez semanas, el presidente Trump enfrenta una crisis cada vez mayor por la presunta conspiración de su campaña con Rusia, antes de las elecciones de 2016. El jueves, se conocieron informes según los cuales el ex asesor de seguridad nacional Michael Flynn está buscando inmunidad para evitar un juicio, a cambio de declarar ante el FBI y los investigadores del Congreso. Mientras tanto, el periódico New York Times reveló que uno de los ex ayudantes de Flynn fue uno de los dos funcionarios de la Casa Blanca que se reunieron secretamente con el titular del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el republicano Devin Nunes. En el encuentro ocurrido la semana pasada en instalaciones de la Casa Blanca, se mostraron informes secretos de la inteligencia estadounidense. Mientras tanto, el Comité de Inteligencia del Senado realizó su primera audiencia pública el jueves en relación a este tema. “Si queremos entender el punto de vista de Rusia, del presidente Putin y su entorno, cosa que por supuesto queremos, ya sea que estemos de acuerdo o no, debemos comprender cómo nos ven nuestros adversarios, cómo nos ven todos los otros países, dese la perspectiva de nuestros oponentes”, dice nuestro invitado Robert Davis English, profesor de relaciones internacionales en la Universidad de Southern California. “Si lo hacemos, nos damos cuenta de que muy rápidamente su estructura de referencia tiene mucho que ver con los errores y, sí, con la interferencia estadounidense en la política rusa durante la década de 1990, cuando directamente intervenimos en una elección presidencial para apoyar el ascenso de un candidato perdedor, que era Boris Yeltsin”.
Vea la entrevista (en inglés) con Robert Davis English, aquí.