Por su parte, el parlamento húngaro aprobó una ley que permite que todos los solicitantes de asilo sean encarcelados y luego deportados a Serbia. Este es el primer ministro Viktor Orban.
Viktor Orban enunció: “Damas y caballeros, la crisis migratoria seguirá hasta que se resuelvan sus causas fundamentales. Durará hasta que se reconozca en todas partes que la migración es el caballo de Troya del terrorismo”.
Naciones Unidas afirma que la ley permitiría que Hungría encarcelara a todos los refugiados, incluidos los niños, en campamentos fronterizos hechos con contenedores marítimos. Grupos internacionales de derechos humanos han condenado el trato de Hungría hacia los refugiados.
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