Un hackeo informático mundial, realizado con un arma cibernética desarrollada por la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por su sigla en inglés), desató el caos en hospitales, universidades, oficinas gubernamentales, estaciones de servicio, cajeros automáticos y más de 200.000 computadoras en todo el mundo, y se espera que la situación empeore a medida que las personas vuelvan a trabajar el lunes, tras al fin de semana. El viernes, los ataques cibernéticos comenzaron a aparecer en más de 150 países: bloquearon a los trabajadores médicos de los sistemas informáticos en decenas de hospitales de Reino Unido e Indonesia, afectaron los horarios de trenes en Alemania, evitaron que los estudiantes chinos tuvieran acceso a sus trabajos finales y congelaron las computadoras gubernamentales desde el Ministerio del Interior de Rusia a estaciones de policía en India. Los expertos afirman que es la primera vez que un arma cibernética desarrollada por la NSA ha sido robada y utilizada por hackers. Esta arma cibernética se aprovecha de los puntos débiles del software de Microsoft. Al parecer, el gobierno de Estados Unidos supo durante años de estos puntos débiles del software, pero informó a Microsoft acerca de la vulnerabilidad muy recientemente, por lo que la compañía tuvo poco tiempo para solucionar el problema y los usuarios del software en todo el mundo tampoco contaron con tiempo suficiente para actualizar sus sistemas. El arma cibernética se transmite por correo electrónico y encripta la computadora, que bloquea el acceso del usuario a sus datos y amenaza con destruirlos a menos que se pague un rescate. El domingo, el presidente de Microsoft, Brad Smith, confirmó que el arma cibernética utilizada en el ataque fue desarrollada por la NSA: “Finalmente, este ataque ofrece otro ejemplo más de por qué la recopilación de vulnerabilidades de los gobiernos es un problema. […] Un escenario equivalente con armas convencionales sería que al ejército estadounidense le robaran algunos de sus misiles Tomahawk”, afirmó. El denunciante de la NSA Edward Snowden tuiteó: “A pesar de las advertencias, @NSAGov construyó herramientas de ataque peligrosas, que podrían afectar a softwares producidos en occidente. Hoy vemos el costo [de esas acciones]”.
En el Capitolio, los legisladores exigen que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, entregue cualquier grabación que pueda tener de las conversaciones mantenidas con James Comey, el director del FBI que fue despedido por el presidente la semana pasada. La demanda llega después que Trump amenazara a Comey en una de sus publicaciones explosivas de Twitter, el viernes: “Será mejor para Comey que no haya ‘grabaciones’ de nuestras conversaciones, antes de que empiece a filtrar [información] a la prensa”. La semana pasada, Trump reconoció en una entrevista para la cadena de noticias NBC que había despedido a Comey, en parte, por la investigación del FBI que evaluaba si la campaña de Trump había conspirado con Rusia para presuntamente hackear las elecciones presidenciales de 2016. Comey ha sido invitado a reunirse con el Comité de Inteligencia del Senado el martes. Los demócratas han dicho que no van a votar un nuevo director del FBI hasta que se nombre a un fiscal especial para presidir la investigación de los vínculos de Trump con Rusia. El domingo, el ex director de Inteligencia Nacional James Clapper dijo que la decisión de Trump de despedir a Comey representa un ataque a las instituciones de Estados Unidos.
James Clapper: “Creo que, en muchos sentidos, nuestras instituciones están siendo atacadas, tanto externamente –y esa es la gran noticia aquí: la interferencia de Rusia en nuestro sistema electoral– y creo que también nuestras instituciones están siendo atacadas internamente”.
Jake Tapper: “¿Internamente, por el presidente?”
James Clapper: “Exacto”.
El periódico The New York Times informa que los republicanos del Senado comienzan a distanciarse del presidente Trump, en medio de la creciente frustración por el despido de Comey. El jueves, la senadora de Maine Susan Collins expresó: “Parece que casi todos los días tenemos una conmoción, una crisis, en Washington”.
El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó el viernes con poner fin a las conferencias de prensa diarias y sugirió que podría simplemente organizar su propia conferencia de prensa cada pocas semanas. En Twitter, Trump también reconoció que el secretario de prensa, Sean Spicer, y la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, emitieron declaraciones falsas a la prensa en la última semana: “Como un presidente muy activo con un montón de cosas sucediendo a mi alrededor, ¡es imposible que mis representantes puedan situarse en el podio y dar una versión que sea absolutamente perfecta!”, alegó.
Mientras tanto, han comenzado a aparecer imágenes para adornar el jardín del rostro del secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, que hacen alusión al intento de Spicer de ocultarse entre los arbustos frente a la Casa Blanca por varios minutos mientras Sarah Huckabee Sanders y la asesora de Trump Kellyanne Conway daban entrevistas el martes sobre el despido de James Comey.
Funcionarios anónimos afirman que la Casa Blanca está a punto de concretar una venta de armas por 100.000 millones de dólares a Arabia Saudí, antes de la visita del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, a Riad, prevista para el próximo viernes; se trata de la primera parada del primer viaje internacional de Trump como presidente. Después de la capital de Arabia Saudí, Trump visitará Israel y el Vaticano.
El domingo por la mañana Corea del Norte lanzó un nuevo misil balístico que voló casi 700 kilómetros. Corea del Norte afirma que las bases militares de Estados Unidos a lo largo del Pacífico ahora se encuentran bajo su rango de disparo, y que el misil está diseñado para transportar una cabeza nuclear. La prueba se produjo en medio de crecientes tensiones entre Corea del Norte y Estados Unidos, que también fueron alimentadas por los ejercicios militares estadounidenses masivos durante la primavera en la península coreana.
En una gran victoria para los derechos de los inmigrantes, los funcionarios del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés) concedieron el aplazamiento de la deportación de dos prominentes residentes indocumentados de Denver: Jeanette Vizguerra y Arturo Hernández García. Vizguerra buscó refugio en la iglesia de la Primera Sociedad Unitaria de Denver poco después de que Trump asumiera la presidencia. Ella es una de las fundadoras de la agrupación Metro Denver Sanctuary Coalition, y recientemente fue nombrada una de las cien personas más influyentes de 2017 por la revista Time. Estas son declaraciones de Jeanette Vizguerra el viernes por la mañana, al salir de la iglesia por primera vez en 86 días.
Jeanette Vizguerra expresó: “Es un día especial para mí porque podré festejar el Día de la Madre con mis hijos y nietos”.
Arturo Hernández García había estado nueve meses refugiado en la misma iglesia hace dos años. Recientemente fue detenido por el Servicio de Inmigración, a pesar de que el gobierno del ex presidente Barack Obama le había dicho que no se lo consideraba “prioridad para deportación”.
Mientras tanto, en Vermont, César Alex Carrillo, trabajador del sector lácteo y activista de 23 años de edad, fue deportado. Carrillo fue arrestado en marzo, junto con otros dos activistas del grupo Justicia Migrante, Enrique Balcázar y Zully Palacios. Carrillo
fue deportado a México en una “orden de partida voluntaria”, que le dará una mejor oportunidad de que se le permita regresar a Estados Unidos para reunirse con su esposa y su hija de 4 años de edad, Solmarie. Visite democracynow.org/es para ver la cobertura completa de Jeanette Vizguerra, Arturo Hernández García y César Alex Carrillo.
Mientras tanto, en Atlanta, otra activista DREAMer por los derechos de los inmigrantes, Jessica Colotl, está luchando contra su posible deportación, luego de que el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, revocara su condición de beneficiaria del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés), que le da permiso para vivir, trabajar y estudiar en Estados Unidos. En 2010, mientras Colotl era estudiante de la Universidad Estatal de Kennesaw, fue arrestada, encarcelada durante 37 días y amenazada con la deportación por conducir sin licencia. Después de una campaña exitosa de sus compañeros para obtener su libertad, se convirtió en uno de los rostros del movimiento para aprobar la ley para proteger a los estudiantes indocumentados. Colotl ahora trabaja como asistente legal de inmigración y ha presentado una demanda para que le devuelvan el beneficio del DACA.
En Yemen, las autoridades declararon estado de emergencia en la capital, Saná, por un brote de cólera que ya ha matado a 115 personas. Los servicios de salud, agua y saneamiento se han visto seriamente afectados por la continua guerra saudí, que cuenta con el respaldo de Estados Unidos. Este es el Dr. Hussein el Haddad, director de uno de los pocos hospitales en Saná que todavía funciona.
El Dr. Hussein el Haddad declaró: “La situación es muy mala. Son incontables los casos de niños que sufren de cólera, pero no hay suficientes camas y los conocimientos técnicos [en el hospital] también son insuficientes para hacer frente a la situación que estamos pasando”.
El viernes, en Pakistán, al menos 25 personas murieron y otras 30 resultaron heridas en un ataque contra la caravana de un importante político paquistaní en el suroeste de la provincia de Baluchistán. El autoproclamado Estado Islámico (ISIS) se atribuyó la responsabilidad del ataque, pero las autoridades locales han culpado a militantes del lugar.
En la República Democrática del Congo, la Organización Mundial de la Salud afirma que al menos tres personas han muerto por el ébola en las últimas tres semanas, aumentando los temores de otro brote generalizado en el continente. En 2014, el ébola mató a más de 11.000 personas en toda África Occidental.
En el norte de México, una activista que ayudaba a padres cuyos hijos han desaparecido fue asesinada por hombres armados el miércoles, cuando se celebraba el Día de la Madre en México. Miriam Rodríguez dirigía el Colectivo de Desaparecidos de San Fernando; su hija, Karen, desapareció en 2012.
Por otra parte, en el estado sureño de Guerrero, un grupo de periodistas fue atacado, robado y amenazado por un grupo de hombres armados el sábado. El ataque se produjo en las afueras de Iguala, donde 43 estudiantes de la escuela normal rural para maestros de Ayotzinapa fueron desaparecidos en 2014. Los periodistas, que sobrevivieron al ataque en su totalidad, dijeron que los hombres amenazaron con quemarlos vivos.
En Hong Kong, tres familias que ofrecieron refugio al denunciante de la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, por su sigla en inglés) Edward Snowden cuando estaba en la clandestinidad en 2013 se enfrentan a una posible deportación al ser rechazadas sus solicitudes de asilo. Las familias son de Filipinas y Sri Lanka. Sus abogados afirman que las autoridades de Hong Kong apuntaron intencionalmente a las tres familias para una evaluación de inmigración acelerada.
Y en Charlottesville, Virginia, decenas de nacionalistas blancos que portaban antorchas se congregaron el sábado en dos manifestaciones para protestar contra los planes de eliminar un monumento confederado. El nacionalista blanco Richard Spencer lideró a los manifestantes, que coreaban: “No seremos reemplazados”. Mientras la multitud con antorchas evocaba la larga y sangrienta historia del terrorismo blanco contra los afroestadounidenses, algunas personas recurrieron a Twitter para burlarse de Spencer y los otros nacionalistas blancos por usar en la manifestación antorchas que parecían compradas en una tienda de artículos de juguete.