En Venezuela, soldados de la Guardia Nacional usaron gas lacrimógeno y cañones de agua el jueves contra manifestantes antigobierno que marchaban al Ministerio del Interior en la capital, Caracas. En otra parte de la ciudad, los trabajadores médicos evacuaron a tres recién nacidos y a una mujer embarazada en trabajo de parto de un hospital de maternidad asediado por manifestantes de la oposición. Es el episodio más reciente de violencia en el país, donde 53 personas han muerto en manifestaciones desde que los opositores al presidente Nicolás Maduro salieran a las calles en demanda de una elección anticipada. En Washington, el presidente Trump dijo que Estados Unidos podría intervenir en la crisis política de Venezuela.
El presidente Trump dijo: “Trabajaremos con Colombia y otros países sobre el problema venezolano. Es un problema muy, muy horrible. Y desde el punto de vista humanitario, no se parece a nada que hayamos visto en mucho tiempo”.
El jueves, el gobierno de Trump anunció sanciones contra ocho miembros del Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela por su fallo de enero que dictaminó que los miembros del partido de la oposición estaban en desacato con la Constitución y ordenó que se los retirara del poder. El presidente Maduro ha acusado a Estados Unidos de apoyar el intento de los partidos de oposición de llevar a cabo un golpe de Estado.