Puerto Rico solicitó el miércoles una protección contra quiebra, con el fin de reestructurar la deuda de 123.000 millones de dólares, en una medida que probablemente reducirá el dinero destinado a la salud, las pensiones y la infraestructura en el territorio de la isla. Años de programas de austeridad destinados a pagar la deuda han dejado la tasa de desempleo oficial de Puerto Rico en casi 12%, con prácticamente la mitad de los puertorriqueños viviendo en la pobreza. La Corte Suprema de Estados Unidos designará a un juez especializado en quiebras para administrar el caso.
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