En Seattle, Washington, los ciudadanos están de luto muerte de Charleena Lyles, una madre afroestadounidense embarazada a la que la policía disparó y asesinó el sábado, luego de que llamara al 911 para denunciar un robo en su departamento. Los dos policías blancos le dispararon frente a sus hijos pequeños dentro de su casa. La policía afirma que sostenía un cuchillo cuando abrieron fuego. Sus familiares expresaron que tenía antecedentes de problemas psiquiátricos.
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