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Houston es la cuarta ciudad más grande de Estados Unidos y sede del complejo petroquímico y de refinerías más grande del país. El fin de semana fue golpeada por una catastrófica tormenta, que comenzó el viernes, con la llegada del huracán Harvey a Rockport, Texas. Se trata del huracán más poderoso que llega al estado en más de 50 años. Lo que más daño ha causado es la lluvia copiosa, que en algunas partes de Texas ya está superando los 760 milímetros y se cree que podría llegar a los 1300 en los próximos días. En Houston hay autopistas enteramente bajo el agua. Ya hay 5 muertes registradas por la tormenta, pero se cree que la cifrá aumentará. Miles de personas están atrapadas en sus casas, esperando un rescate. Mientras tanto, la ciudad de Dallas está transformando su centro de convenciones en un refugio gigante para poder recibir 5.000 evacuados. El domingo, el Servicio Meteorológico Nacional estadounidense emitió un comunicado que dice: “Este es un evento sin precedentes y el alcance de sus impactos es desconocido y fuera de cualquier experiencia previa”.
Para ampliar esta información, vea nuestra conversación (en inglés) sobre el tema con Bryan Parras, de la campaña “Beyon Dirty Fuels” (Superando los combustibles sucios) del Sierra Club de Houston, Texas, y ha participado en la creación de la organización por la justicia ambiental t.e.j.a.s.