El Gobierno de Trump está despejando el camino para que los trabajadores rurales adolescentes puedan manipular plaguicidas peligrosos en el lugar de trabajo. El director de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA, por su sigla en inglés), Scott Pruitt, está analizando la posibilidad de realizar este cambio, que revertiría una norma impuesta en 2015 que requiere que cualquiera que trabaje con plaguicidas agrícolas sea mayor de 18 años. Los médicos advierten que muchos plaguicidas conllevan riesgo de cáncer y que pueden afectar el cerebro en desarrollo de los niños.
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