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En su primer discurso sobre el estado de la Unión, Trump pidió al Congreso estadounidense que apruebe una reforma migratoria e insistió en vincular a la población inmigrante —incluidos los jóvenes indocumentados conocidos como “soñadores” (DREAMers, en inglés)— con el terrorismo y la acción de pandillas. Entre los invitados de Trump al evento, estuvieron los padres y madres de dos adolescentes asesinadas por miembros de la pandilla MS-13 hace dos años en Long Island, Nueva York. La MS-13 es una pandilla que surgió en Los Angeles en la década de 1980 y se esparció por Centroamérica como resultado de la política de deportaciones masivas de los gobiernos estadounidenses.
Para conocer más acerca de la historia de la MS-13 y las relaciones entre Estados Unidos y El Salvador, vea (en inglés) nuestra conversación con Daniel Denvir, del Proyecto Castigo Justo de la Facultad de Derecho de Harvard. En 2017 escribió un artículo para el periódico The Washington Post titulado: “Deporting people made Central America’s gangs. More deportation won’t help” (Las deportaciones crearon las pandillas centroamericanas. Más deportaciones no las eliminarán).