En Nuevo México, un niño guatemalteco murió en vísperas de Navidad estando bajo custodia del Servicio de Control de Aduanas y Protección Fronteriza, y se convirtió en el segundo niño migrante que muere bajo detención estadounidense en este mes. Felipe Gómez Alonzo ingresó al hospital en la mañana de vísperas de Navidad, en donde se le diagnosticó un resfriado común, se le administró ibuprofeno y antibióticos y luego fue dado de alta. Pero el niño fue empeorando a lo largo del día. Luego de que empezara a vomitar, fue enviado de regreso al mismo hospital, pero perdió el conocimiento en el camino y fue declarado muerto en Nochebuena, justo antes de la medianoche. Aún no se conoce la causa de su fallecimiento. El niño había sido detenido junto con su padre el 18 de diciembre. El gobierno de Estados Unidos encabezado por Donald Trump afirmó que estaba investigando este último fallecimiento y que había ordenado que se realizaran revisiones médicas a todos los menores que se encuentran bajo su custodia. Esto tiene lugar luego de la muerte de una niña indígena guatemalteca de siete años, Jakelin Caal Maquín, quien murió el 8 de diciembre, también en Nuevo México, dos días después de que ella y su padre se presentaran en la frontera para solicitar asilo. Si bien el presidente Trump no ha dejado de hablar del muro fronterizo, no ha publicado ningún tuit ni ha hablado sobre los niños fallecidos. Las muertes provocaron la condena internacional y pedidos de una investigación meticulosa e independiente. Felipe González Morales, relator especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los migrantes, afirmó: “Los Estados tienen la obligación de cuidar de los migrantes que llegan a la frontera, no pueden tratarlos como animales en condiciones inhumanas. […] La detención de menores por su estatus migratorio es una violación de las leyes internacionales”.
Migrante guatemalteco de ocho años fallece estando bajo custodia estadounidense
Titular26 Dic. 2018