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Agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP) ordenaron que se realicen controles médicos a todos los menores que estén bajo su custodia, tras el fallecimiento de dos menores guatemaltecos en las últimas semanas. En la víspera de Navidad, un niño guatemalteco de ocho años de edad llamado Felipe Gómez Alonso falleció en Nuevo México mientras estaba bajo la custodia de CBP. Esto se produce luego de que una niña indígena guatemalteca, Jakelin Caal Maquín, falleciera el 8 de diciembre, también en Nuevo México, dos días después de que ella y su padre se presentaran en la frontera para tratar de conseguir asilo. Mientras tanto, las autoridades de El Paso, Texas, se apuraron durante el feriado de Navidad para asistir a cientos de migrantes solicitantes de asilo que habían sido abandonados repentinamente por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas frente a una terminal de autobuses Greyhound en El Paso, Texas sin ningún plan para alojarlos.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Dylan Corbett. Corbett es director ejecutivo de Hope Border Institute, una organización de caridad con sede en El Paso que ayuda a los migrantes.
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