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La batalla por el destino de los jóvenes indocumentados conocidos como DREAMers y los afectados por el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés) se intensifica en Washington. Para profundizar en el tema, analizamos un impactante artículo publicado en la revista The New Yorker, titulado “When Deportation is a Death Sentence” (Cuando deportar es una condena a muerte), que señala que un incierto número de mujeres y hombres fueron asesinados en sus países de origen luego de ser deportados o rechazados por Estados Unidos. El artículo sigue la historia de una mujer llamada Laura, nacida en México. A pesar de haber vivido toda su vida adulta en Texas, Estados Unidos, Laura fue deportada a México después de ser detenida por una infracción de tránsito. En ese momento, ella le advirtió al agente de la patrulla fronteriza: “Cuando me encuentren muerta, pesará en tu conciencia”. A la semana de ser deportada fue asesinada por su exmarido.
Para ampliar esta información, vea nuestra conversación (en inglés) con la periodista y redactora de la revista The New Yorker Sarah Stillman, que también es directora del Proyecto Migración Global de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia.