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El domingo, además de celebrarse el Super Bowl en Estados Unidos, fue el 50 aniversario del sermón histórico del Reverendo Martin Luther King Jr. conocido como “The Drum Major Instinct” (El Instinto del Tambor Mayor), pronunciado en la Iglesia Bautista Ebenezer el 4 de febrero de 1968, dos meses antes de su asesinato. Dicho discurso es recordado por la forma en que King lo concluyó, imaginando su propio funeral, restándole importancia a sus destacados logros y diciendo: “Si quieren decir que yo he sido el tambor mayor de esta marcha, digan que fui un tambor mayor por la justicia”. Pero el domingo, en el Super Bowl, la marca de camionetas Ram, propiedad de la empresa Dodge, conmemoró el aniversario del discurso de King usando fragmentos de éste en un anuncio comercial para vender camiones. El polémico anuncio usa la voz de King sobre un video con imágenes de marines de EE.UU., ganaderos y un soldado estadounidense vistiendo ropa de camuflaje, pero ignora las advertencias que hace King en el mismo discurso acerca de la publicidad de autos. Para ampliar esta información, hablamos con el reconocido sociólogo y activista por los derechos civiles Harry Edwards.
Transcripción
JUAN GONZÁLEZ: El domingo del Super Bowl marcó el 50 aniversario de “The Drum Major Instinct” (El Instinto del Tambor Mayor), un histórico sermón que el reverendo Martin Luther King Jr. dio en la Iglesia Bautista Ebenezer el 4 de febrero de 1968, dos meses antes de su asesinato. El sermón es principalmente recordado por la forma en que King lo concluyó, imaginando su propio funeral, restándole importancia a sus destacados logros y diciendo: “Si quieren decir que yo he sido el tambor mayor de esta marcha, digan que fui un tambor mayor por la justicia”.
AMY GOODMAN: El domingo, en el 50 aniversario de ese discurso, la marca de camionetas Ram conmemoró ese aniversario usando parte del discurso en un anuncio publicitario para vender camiones emitido durante el Super Bowl. El anuncio usa la voz de King reproducida sobre un video con imágenes de marines estadounidenses, ganaderos y un soldado vestido con uniforme de camuflaje.
MARTIN LUTHER KING: Si quieres ser importante, maravilloso. Si quieres ser reconocido, maravilloso. Si quieres ser una gran persona, ¡maravilloso! Pero reconoce que aquel que es el más grande entre ustedes será tu sirviente. Esa es una nueva definición de grandeza. […] Dar esa definición de grandeza, significa que todos pueden ser grandes personas. […] No tienes que conocer a Platón y Aristóteles para estar al servicio de alguien. No necesitas conocer la teoría de la relatividad para estar al servicio de alguien. No tienes que conocer la segunda teoría de la termodinámica de la física para estar al servicio de alguien. Solo necesitas un corazón lleno de gracia y un alma generada por el amor.
JUAN GONZÁLEZ: En ese mismo discurso que Ram usó para un anuncio de camionetas, el Dr. Martin Luther King advirtió de que el instinto del tambor mayor es un deseo de ser importante y una búsqueda de reconocimiento, del que se aprovechan los anunciantes.
MARTIN LUTHER KING: La presencia de este instinto explica por qué somos engañados tan a menudo por los anunciantes, ya saben, esos caballeros con una inmensa persuasión verbal. Y tienen una manera de decirte las cosas que te hacen comprar sus productos. Para ser un hombre de distinción, debes beber este whisky. Para hacer que tus vecinos te tengan envidia, debes conducir este tipo de automóvil.
MIEMBRO DEL PÚBLICO: Así es.
MARTIN LUTHER KING: Para ser amado, debes usar este tipo de lápiz labial o este tipo de perfume. Y antes de que te des cuenta estas comprando esas cosas. Así es como actúan los anunciantes. […] A menudo nos hacen vivir por encima de nuestras posibilidades.
MIEMBRO DEL PÚBLICO: Así es.
MARTIN LUTHER KING: No es más que el instinto del tambor mayor. ¿Alguna vez han visto a gente comprar automóviles que ni siquiera pueden comenzar a pagar con sus ingresos?
MIEMBRO DEL PÚBLICO: ¡Amén!
MARTIN LUTHER KING: Han visto a gente paseando en Cadillacs y Chryslers que no ganan lo suficiente para tener un simple Ford T.
MIEMBRO DEL PÚBLICO: Así es.
MARTIN LUTHER KING: Pero eso alimenta un ego reprimido.
AMY GOODMAN: Acabamos de escuchar al Dr. Martin Luther King dando su discurso hace 50 años, el 4 de febrero de 1968. Juan González y yo hablamos con el profesor Harry Edwards el lunes durante el programa, y luego hicimos una entrevista posterior. sobre la apropiación de las palabras de King. El Dr. Edwards es profesor emérito de sociología en la Universidad de California, Berkeley, así como autor de varios libros, incluyendo “La rebelión del atleta negro”, reeditado el año pasado para su edición 50 aniversario. Él fue uno de los arquitectos del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos de 1968, ya saben, la famosa imagen de 1968 en Ciudad de México de Tommie Smith y John Carlos con sus puños en alto realizando el saludo del Poder Negro en los Juegos Olímpicos. Edwards es desde hace muchos años asesor para los San Francisco 49ers. Empecé preguntándole al profesor Edwards sobre el anuncio publicitario de las marca de camiones Ram que usaba las palabras de King sobre imágenes de guerra.
HARRY EDWARDS: Trabajé con el Dr. King. Él respaldó el Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos, y me reuní con él en un par de ocasiones para conversar sobre ese movimiento. Cuando anoche vi ese anuncio me quede horrorizado. Creo que reducir el mensaje del Dr. King, especialmente en este clima, en este país, bajo las circunstancias actuales, en relación no solo con la situación de los afroestadounidenses sino de los inmigrantes, de las mujeres, y otras comunidades… reducir el mensaje del Dr. King a un truco para vender camiones creo que es espantoso. Creo que para explotar el mensaje del Dr. King con esos fines, en esta época, bajo las circunstancias actuales, teniendo en cuenta a lo que nos oponemos como pueblo y cuando parece que podríamos ser una nación, es absolutamente despreciable. Pero tan consternado como estoy por el uso de las palabras de King por parte del anunciante, estoy aún más consternado por el hecho de que alguien tuvo que aprobarlo. No entraron a una tienda de discos o se conectaron a Internet y escogieron el discurso del Dr. King y lo pusieron, como voz en off, en ese anuncio publicitario sin que alguien asociado con la familia King lo aprobara. Y creo que es terrible que se permita que el Dr. King, sus palabras, su sabiduría, su mensaje, críticamente importante en este momento, sean explotados de esa manera para vender productos.
JUAN GONZÁLEZ: Harry Edwards, yo tuve la misma sensación cuando vi el anuncio, porque es bien sabido que la familia King, los hijos del Dr. King, son muy protectores respecto al uso de su imagen y de su legado. Y curiosamente, esta mañana escuché en la radio, en una de las estaciones de radio comerciales, a un miembro de la familia King tratando de defender ese anuncio y diciendo que realmente era acorde con el espíritu del legado del Dr. King. Pero me pareció, como usted dice, un craso error tomar a un líder por la justicia social y convertirlo básicamente en un vendedor de automóviles.
HARRY EDWARDS: Bueno, no es solo que se haya convertido en un vendedor. El tema es que en un momento en que deberíamos estar estudiando el mensaje del Dr. King y estudiando sus palabras, en esta era histórica críticamente importante, cuando estamos al borde de cambios masivos en prácticamente todos los ámbitos institucionales, haber diluido cualquier aspecto de su mensaje hasta el punto de convertirlo en un truco publicitario, creo que degrada tanto la sabiduría como la urgencia del mensaje, a lo que el Dr. King se refirió como “la feroz urgencia del ahora”. Creo que diluye todo eso. Y aprobar algo así, creo que es despreciable. Hay personas que tienen el control de su patrimonio y ciertamente pueden hacer lo que quieran, pero creo que al hacerlo también deberían tener que enfrentar el juicio de esas personas en la sociedad que consideran que las palabras y la sabiduría del Dr. King son algo críticamente importante y sustancialmente duradero, en relación con las luchas que enfrentamos como sociedad y como nación.
AMY GOODMAN: Escuchábamos a Harry Edwards, profesor emérito de sociología en la Universidad de California, Berkeley, y autor de varios libros, entre ellos “La rebelión del atleta negro”, reeditado para su edición 50 aniversario. Sí, él fue el arquitecto del Proyecto Olímpico para los Derechos Humanos de 1968.
Traducido y editado por Igor Moreno Unanua y Democracy Now! en Español.