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El martes a la mañana, el presidente Trump despidió al secretario de Estado, Rex Tillerson, vía Twitter. En la misma publicación, el presidente anunció que el director de la CIA, Mike Pompeo, estrecho aliado de los hermanos Koch, sería propuesto como el nuevo secretario de Estado. Trump además designó a la vicedirectora de la CIA, Gina Haspel, como titular de dicha institución. Haspel estuvo directamente involucrada en el programa de tortura de la CIA durante el Gobierno de George W. Bush. Haspel era la responsable de administrar un centro clandestino de la CIA ubicado en Tailandia en el año 2002. En ese centro un prisionero fue sometido al submarino 83 veces y torturado, además, con otros métodos. Tanto Mike Pompeo como Gina Haspel ahora deben enfrentar la confirmación en el Senado. Sin embargo, si se descarta cualquier defección de legisladores republicanos, ambos pueden ser confirmados aunque ningún legislador demócrata los apoye. El año pasado, el Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos solicitó a los fiscales alemanes que emitieran una orden de detención de Haspel por su participación en el programa de tortura.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que le hicimos (en inglés) a Wolfgang Kaleck. Kaleck es fundador y secretario general del Centro Europeo por los Derechos Constitucionales y Humanos.
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