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El 5 de abril, en una esquina de Brooklyn, agentes de policía que respondían a un llamado al número 911 mataron a tiros a un hombre afroestadounidense desarmado y con problemas mentales. Al momento de su muerte, Saheed Vassell sostenía un tubo de metal que los policías afirman haber confundido con una pistola. Según declaraciones del Departamento de policía de Nueva York los cuatro oficiales –uno uniformado y tres de civil- realizaron diez disparos contra Vassell, inmigrante jamaiquino. Ninguno de estos policías llevaba cámaras corporales. La familia Vassell está demandando que se entreguen todos los videos en crudo que pueda haber de la zona antes y durante los disparos.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) nuestra conversación con Lorna y Eric Vassell, madre y padre de Saheed.