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Más de 2.300 menores fueron separados de sus familias en la frontera entre México y EE.UU., luego que sus padres fueran acusados de ingresar ilegalmente al país conforme a la actual política de “tolerancia cero” del Gobierno de Trump. Mientras aumentan las preocupaciones por la mala coordinación entre la oficina de Aduanas y la Patrulla Fronteriza, que toma a los menores, y la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, que los retiene y los entrega en guarda temporal, el sitio de noticias The Intercept tiene un nuevo informe sobre uno de los primeros reencuentros.
Para saber más de este tema, puede ver la entrevista que les hicimos (en inglés) a la periodista Debbie Nathan y a Clara Long. Nathan habla de una mujer guatemalteca a quien, el mes pasado, las autoridades de inmigración de Texas le arrebataron el hijo de 5 años de edad cuando ella pidió asilo. Tras 38 días detenida, se reencontró con el niño. Long es investigadora principal de Human Rights Watch. “Se trabajó mucho por fuera del sistema gubernamental”, afirma Nathan. “Fue algo realmente maravilloso, pero excepcional”.