Continúan estallando protestas a lo largo de Estados Unidos en contra de las políticas inmigratorias implementadas por el presidente Donald Trump. En Washington DC, la policía montó barricadas metálicas alrededor de la sede del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por su sigla en inglés), previo a una protesta que llevaron a cabo el miércoles decenas de activistas que cantaban “¡Renuncien a sus cargos!”. Se organizaron manifestaciones similares bajo el hashtag #OccupyICE (“Ocupar ICE”, en español) en las ciudades de San Diego; Filadelfia; Detroit; Portland, Oregon; y Nueva York. En la localidad de Tornillo, en el estado de Texas, cientos de manifestantes marcharon el miércoles hacia el nuevo campamento a cielo abierto instalado allí, en el que se encuentran detenidos menores inmigrantes, pero se vieron obligados a retroceder cuando un ranchero los amenazó con una pistola. Estas son palabras de Stephanie de la Cruz, una manifestante proveniente de la ciudad de Austin, Texas.
Stephanie de la Cruz expresó: “Me parece asqueroso e inhumano. ¿Ahora dicen que podrán retenerlos indefinidamente? ¿Un niño crecerá en un campamento de detención? Es inhumano, no tengo palabras. Yo misma soy indocumentada, y cuando crucé la frontera con mi familia pasé un día sin mi madre y lo sentí como el momento más largo de mi vida. Ahora imaginen lo que sienten esos niños”.
Protestas masivas de acción directa están planeadas para hoy en todo el país, entre otros lugares en la ciudad de Brownsville, Texas. Visite democracynow.org/es para acceder a nuestra entrevista en Brownsville, Texas, con la abogada de inmigración Rochelle Garza y la activista por los derechos humanos de larga trayectoria Jennifer Harbury.